Las prohibiciones que dibujaron la Cámara actual
las ilegalizaciones de askatasuna y d3m dejaron a la izquierda abertzale fuera del juego electoral
DONOSTIA. El 2 de enero de 2009, el lehendakari Ibarretxe convocaba las elecciones al Parlamento Vasco para el 1 de marzo del mismo año. Un día después, la izquierda abertzale comparecía en Bilbao para anunciar que estaría presente en las elecciones.
Para entonces, la Ley de Partidos se había llevado por delante, entre otras, a Herri Batasuna (HB), Euskal Herritarrok, Batasuna o Acción Nacionalista Vasca (ANV), por lo que la izquierda abertzale debía recurrir a una nueva marca electoral para poder concurrir a las urnas.
De este modo, el 10 de enero se presentaba en sociedad la plataforma Demokrazia Hiru Milioi (D3M). Askatasuna, por su parte, fue registrada como partido político el 7 de agosto de 1998, con estatutos "idénticos" -según el juez- a los de HB. Días más tarde, era inscrito en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior, por lo que se daba luz verde a su participación electoral. De hecho, la marca llegó a concurrir en los comicios al Parlamento Vasco de 2001, donde obtuvo unos centenares de votos.
Volviendo a la precampaña de 2009, las trayectorias tanto de D3M como de Askatasuna fueron cortadas en seco el 23 de enero, cuando el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón encabezó una macrooperación contra ambas marcas electorales que se saldó con ocho detenidos -el entonces ministro del Interior Rubalcaba los llamó "colaboradores de ETA"-. El 8 de febrero el Supremo anulaba las candidaturas, y el Constitucional avalaba el fallo el 12 del mismo mes.
De este modo, y a tres semanas de las elecciones, la izquierda abertzale se quedaba fuera del juego electoral. Los detenidos serían puestos en libertad provisional a los dos meses, y el juicio se celebró en la Audiencia Nacional el pasado mes de mayo. La sentencia, dada a conocer ayer, absuelve a los once imputados.