Donostia. El caso Faisán sigue dando que hablar. Uno de los imputados en el presunto chivatazo, José María Ballesteros, expresó ayer ante la Audiencia Nacional que el auto del juez Ruz es el "más flojo" de la historia de la democracia. De hecho, lo llegó a calificar como "muy flojo". En un extenso recurso de más de 114 páginas, el inspector de la brigada de Información de Araba afirmó que el auto no es más que una mera "batería de elucubraciones".
Ruz había señalado a Ballesteros como la persona que entró en Faisán y entregó a Elosua el móvil con el que se efectuó el supuesto chivatazo. Pero el recurso del inspector subrayó que "los peritos que han estudiado los vídeos grabados en las inmediaciones del bar Faisán no han podido determinar la identidad de la persona que entró en el establecimiento". Además, la defensa critica que no se hayan analizado las llamadas realizadas desde las redes de telefonía móvil.
La polémica se aviva por el contenido de una serie de circulares repartidas por la Fiscalía General. En ellas, el fiscal general del Estado español, Cándido Conde Pumpido, subrayó que, para que haya un delito de colaboración armada, es necesario que haya una "adhesión ideológica" por parte de los acusados, precisamente ahora que se ha reactivado el caso del chivatazo policial a ETA que acabó con el procesamiento de Víctor Hidalgo y dos de sus colaboradores. Desde el socialismo, siguen reiterando la inocencia de su hombre. Un apoyo que se ha visto reforzado con la decisión de López de no cesar al secretario general del PSE de Araba.