Desde principios de junio, se ha señalado que la colaboración público-privada es el principal nudo que queda por desatar antes de firmar el pacto sanitario. El Gobierno vasco defiende que el peso de la externalización es el más bajo de Europa porque 95 de cada 100 euros se quedan en Osakidetza, y que esta colaboración se produce con entidades como la Cruz Roja, el hospital San Juan de Dios, algunos servicios de limpieza o el acceso a determinadas pruebas diagnósticas para acelerar la atención a los pacientes, de manera que no se podría concluir que afecte de manera negativa a la atención sanitaria. Pero EH Bildu, Sumar y sindicatos como Satse quieren revertir la situación. El lehendakari Pradales ha puesto en valor este mismo domingo en la entrevista con Grupo Noticias que existe un consenso “absoluto” en las otras materias, en 22 de las 24 mesas, y que, a la luz de todo lo que se ha avanzado, “quien se salga del pacto va a tener que explicarlo mucho y muy bien, porque es difícilmente comprensible después del recorrido que hemos hecho de la mano”. Y, en este contexto de pugna sobre la colaboración público-privada, EH Bildu no ha querido confirmar siquiera este domingo que exista un acuerdo sobre el resto de materias, en esas 22 mesas que en teoría habían sido más pacíficas. 

“No se puede dar nada por cerrado”, anunciaron en una nota remitida a los medios de comunicación a las 11.00 horas de la mañana. Sus enmiendas sobre el punto de la discordia las va a ultimar este lunes en la reunión de la ejecutiva y las presentará “en los próximos días” al conjunto de los agentes implicados. Estos son los tiempos de EH Bildu aunque, en teoría, este viernes día 27 estaba llamado a ser la hora de la verdad. No ha deshojado la margarita. Hace unos días, en una entrevista en Radio Euskadi, a Pello Otxandiano le preguntaron si tiene vértigo a este acuerdo, y dejó en el aire su apoyo: “No tenemos vértigo para estar, ni para no estar, porque el pacto no es un fin en sí mismo”.

Lo que hizo este domingo EH Bildu fue anunciar que está ultimando sus enmiendas sobre la colaboración público privada y la cartera de servicios de Osakidetza, y que “tomará decisiones respecto a las 22 mesas de trabajo restantes ya que, por el momento, no se puede dar nada por cerrado”. A finales de la semana pasada, el miércoles 18 de junio, EH Bildu ya envió un comunicado conjunto con LAB, Satse, CCOO, UGT, Sumar, IU y los colegios oficiales de Trabajo Social de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. El grupo de Pello Otxandiano lo ha vuelto a hacer cuando no han pasado ni cuatro días, para anunciar que está ultimando sus enmiendas “en horas clave para que el Gobierno vasco demuestre su compromiso con una Osakidetza pública”.

La disputa

EH Bildu lleva días dejando en el aire su apoyo y acusando al Gobierno vasco de vender consensos que no son tales, pero desde el Ejecutivo creen que la dinámica se ha atascado en el punto concreto de la externalización, donde ha ofrecido un documento alternativo para realizar, por ejemplo, un inventario de los servicios que ofrecen los operadores privados y comparar los costes y el impacto en la salud. El informe estaría listo el año que viene, para ponerlo sobre la mesa de la comisión de seguimiento del pacto en abril. EH Bildu sí da por buena la concertación en el ámbito educativo, y en materia industrial también defendía a principios de junio en el Parlamento un Banco Vasco de Inversiones que canalice fondos públicos, privados y europeos.

Las enmiendas de este grupo, como citó en su nota, recogerán una “premisa clara”: “un firme compromiso con lo público y la necesidad de revertir la actual dinámica privatizadora”. Quiere “eliminar desigualdades entre OSIs en la provisión y gestión de servicios, promoviendo un modelo público que garantice equidad en la atención sanitaria”; y “priorizar la provisión directa de servicios, revertiendo externalizaciones y garantizando eficiencia, equidad y calidad”. “Esperamos que el Gobierno vasco, así como el PNV y el PSE, se impliquen de manera decidida en favor de una Osakidetza fuerte. Ha llegado el momento de dejar atrás la soberbia y transformar las promesas electorales en compromisos concretos”, dijo. Pide “reducir las listas de espera, dotar a Osakidetza de los recursos que necesita y garantizar condiciones laborales dignas”. Pradales ya aclaró que, con el apoyo de EH Bildu o no, el pacto saldría adelante.