Donostia. El presidente del PNV alavés, Iñaki Gerenabarrena, negó ayer la existencia de una trama de espionaje en Álava y sugirió que "se quite el expediente" a los dos er-tzainas imputados que han sido apartados del servicio. En una entrevista realizada para ETB, Gerenabarrena aseguró que su partido no tiene "nada que ocultar", añadiendo que el PNV aceptaría la creación de una comisión de investigación sobre los hechos si así lo reclama otra formación.

Dicha petición no tardó en llegar por parte de PSE y PP. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, apoyó la creación de una comisión de investigación a través de un comunicado. "La necesidad de que el Parlamento Vasco tome cartas en el asunto se vuelve cada día más apremiante, a la vista de los datos en cascada que están siendo conocidos", manifestó.

Por su parte, Carlos Urquijo, parlamentario del PP, destacó también la necesidad de crear una comisión de investigación, para depurar las "graves responsabilidades políticas derivadas" y exigió al departamento de Interior "máxima determinación" para acabar con la supuesta trama, considerando que el consejero de Interior Rodolfo Ares "debe ser implacable".

Otras formaciones como EB se mostraron más cautas, aunque no descartaron apoyar una investigación por parte de la Cámara autonómica. José Miguel Fernández mostró su "indignación y sorpresa" ante los hechos y pidió la comparecencia de Ares, para que informe y haga públicos los datos que posea sobre este caso.

Asimismo, el sindicato abertzale Esan acusó al departamento de Interior por "criminalizar" a los dos er-tzainas imputados y negarse a defenderles. Mediante un comunicado, el sindicato criticó a Ares y mostró su solidaridad a ambos agentes ante las "graves acusaciones" realizadas, recordando que los agentes están "imputados pero no condenados".