La localidad de Amezketa se echó el domingo por la noche a la calle pare recibir como merecía a su vecino más ilustre, un Jokin Altuna campeón del Manomanista de la LEP.M por cuarta vez en su carrera, lo que le iguala en número de entorchados con pelotaris de la talla de Atano X, Rubén Beloki y Aimar Olaizola y un éxito que le acerca a las cinco txapelas de Martínez de Irujo, a las seis de Retegi I y Azkarate y, aunque aún está lejos, a las once del más laureado de todos, Retegi II. De ahí que sus familiares y allegados le ovacionaran mientras los más jóvenes le hacían un emocionante pasillo a su llegada tras ganar la final celebrada en el frontón Bizkaia de Bilbao.

A sus 29 años (los cumplió el pasado 27 de marzo), Altuna III revalidó la corona del mano a mano que conquistó el año pasado, algo que no sucedía, eso de defender título con éxito, desde que lo hiciera Aimar Olaizola en el año 2013 tras su triunfo en 2012. Pero para hacerlo tuvo que sufrir el domingo en el recinto de la capital vizcaina durante una final en la que Iñaki Artola, otro guipuzcoano que sintió el cariño de su pueblo, Alegia, se lo puso muy díficil. “La sensación que tengo es de que la final tuvo muchas partes y aguantar eso también es difícil”, destacó ayer el campeón en declaraciones a Euskal Telebista en el tradicional acto que tuvo lugar en Amezketa del día después de ganar el título.

Altuna III se deshizo en elogios hacia su rival y amigo, un Iñaki Artola que empezó perdiendo (10-3), que estuvo a punto de ganar (15-19) y que terminó claudicando (22-19), eso sí, con una deportividad digna de mención: “Es muy fácil cuando ganas ser amable con todo el mundo, pero Iñaki es amable cuando gana y cuando pierde, por eso la gente le quiere tanto, no sólo en Alegi, sino en muchos otros sitios”.

Es más, se atrevió a decir que, “para Iñaki, ni lo del domingo en el mano a mano y ni la final del último Parejas, que también perdió, es un fracaso; él está disfrutando de los momentos que está viviendo y creo que va a ganar esa txapela que tanto se merece”.

La afición

Al campeón, que en su día ya criticó con toda la razón del mundo los malos modos de algún hincha en el frontón Labrit de Pamplona (sobre todo en San Fermín), le gustó mucho el comportamiento de las personas que abarrotaron el domingo las gradas del frontón Bizkaia de Bilbao: “Las dos aficiones han estado de diez y el ambiente que había en el frontón es lo más importante para mí. La pelota gana con eso. Lo destaco ahora, pero cuando hay que criticarlo también lo hago”.

Para terminar, reconoció que “ya sé que no va a ser todo para arriba y en algún momento empezaremos un poco para abajo, pero ahora me siento muy bien y mi motivación es el día a día, no las txapelas. Ahora viene el verano y quiero disfrutarlo”. En el frontón. Sin duda.