La cartelera de las finales del Memorial Goñi ya están completas tras un vibrante festival en el que Beñat Apezetxea y Murua-Bernaola han logrado el pase tras imponerse en dos auténticos partidazos que han enganchado a los muchos pelotazales que se han dado cita en el frontón Beloki. El de Goizueta se medirá a Sánchez en la final del acotado promesas y el de Arrasate y el de Mañaria se enfrentarán a Igoa-Garmendia en elites parejas. Han sido más tres horas de la mejor pelota aficionada.

Sin menospreciar a dos zagueros muy solventes, había expectación por ver el cara a cara entre Ander Murua y Eñaut Lizeaga, en el que el delantero del club de Soraluze ha conseguido refrendar su condición de principal referencia del campo aficionado tras imponerse junto a Bernaola por 22-18 al de Mundarro y Aratz Oliden. El delantero de Astigarraga, todo fuerza y potencia, ha saltado a la cancha con la firme intención de repetir su actuación en cuartos de final y ha firmado los tantos más espectaculares y aplaudidos, pero poco a poco Ander Murua ha sacado a relucir su mayor oficio, buscándole las cosquillas jugándole a los pies y formando una pareja muy sólida con un Bernaola que, además de mostrar una derecha muy bonita, apenas ha cometido errores. 

Duelo en los cuadros alegres

Con Lizeaga muy acertado, los colorados han tenido un comienzo de partido explosivo gracias al que se han adelantado 5-1 de inicio y 9-6 más tarde. El de Mundarro ha imprimido una gran velocidad a la pelota y ha cruzado bien el gancho, siendo el claro dominador del partido en su primera mitad.

Sin embargo, esto no ha descompuesto a Murua y Bernaola, que han sabido agarrarse al partido y, gracias a su defensa y el trabajo, acompañadas por dosis de calidad del de Arrasate en el partido, les han permitido llegar por delante al ecuador (9-11) y adquirir bonitas rentas seguidamente, hasta 19-12 han llegado a ir por delante. En esta fase del partido, Murua ha incomodado mucho a Lizeaga jugándole por debajo, lo ha llevado a cometer errores y también ha acertado con el saque, a pesar de cometer una falta en el seis iguales.

Pero Lizeaga y Oliden tampoco estaban por la labor de quedarse sin la preciada final del Memorial Goñi y tras recuperar el saque después de una pelota a la chapa de Murua, han tenido una bonita reacción que los ha llevado a soñar con la remontada. Con Oliden mucho más asentado y Lizeaga otra vez mandando adelante, la pareja guipuzcoana se ha acercado a dos tantos en el 20-18, pero una pelota forzada que se le ha ido arriba al de Astigarraga y una preciosa apertura al ancho de Ander Murua con la que ha puesto rúbrica a su partidazo han dado el triunfo a los azules. De esta forma, el de Arrasate tendrá la oportunidad de sacarse la espina de la final del año pasado.

Partido de promesas

Y no se le ha quedado atrás en calidad y emoción el parido de promesas dentro del cuatro y medio en el que Beñat Apezetxea se ha ganado el derecho a enfrentarse a Sánchez en la final tras imponerse a Sarasibar por 19-22 en otro partido de poder a poder, con múltiples alternativas en el marcador y en el que Apezetxea ha terminado imponiendo su mayor potencia. Fue una lástima que, en su día, el de Goizueta no pudiera disputar el partido de cuartos que tenía previsto por mal de manos pero, una vez recuperado, la inoportuna lesión de Oihan Etxeberria le ha permitido mostrar sus cualidades ante el público el Beloki y presentar su candidatura a la txapela.

Con dos estilos muy diferentes, mucho más físico Apezetxa y más fino un Sarasibar que ha firmado el tanto más espectacular de la velada con un gancho estratosférico desde el tres y medio, el de la jaula ha sido un partido en el que hasta muy al final ha resultado imposible pronosticar su desenlace. Con tantos largos y peloteados, a pesar de que Sarasibar también ha sumado hasta cinco tantos de saque, disputados a un gran ritmo, los dos delanteros han tenido sus momentos de inspiración y en el empate a 18 la moneda ha podido caer a cualquier lado. Finalmente, el mayor poderío físico de Apezetxea le ha dado el triunfo, pero trabajando todo lo que una final del Memorial Goñi se merece.