donostia - Iñaki Osa Goikoetxea es el emperador de los duelos individuales de la cesta punta profesional y ayer logró en casa su duodécima corona -once dentro del frontón largo y una, en el corto de Bilbao-. El Aitzuri de Zumaia rindió pleitesía a un héroe que llama a las puertas de la leyenda. Su camino se forja de baldosas amarillas y oro. El zumaiarra se impuso en la final del Campeonato del Mundo Individual a su paisano Imanol López en el desempate (12-3, 7-12 y 2-5, en 50 minutos) con una reacción inapelable. La remontada fue de quilates. Con todo, la lana vuelve a situar el nombre de Goikoetxea con letras de oro en las enciclopedias de la especialidad. Solo colecciona una cruz, fue ante Julen Bereikua en 2004; el resto de monedas al aire le salieron cara. Es un fuera de serie.

Goikoetxea buscó sustento en su mayor poder para derrocar a López -campeón de 2017-, un adversario más que digno que metió en graves aprietos al mejor puntista del siglo XXI. El zaguero disfrutó de un primer joko de ensueño, en el que no hubo ni color. El 12-3 fue justo. López tiró de músculo con un material frío que se le atragantó en el rebote al favorito. Goikoetxea, cuando tuvo pelota, no terminó de explorar y lo acabó pagando. No hubo reacción. El guardaespaldas se fue al primer descanso con medio tajo hecho. Sin embargo, Iñaki es un puntista con un as debajo de la manga. En un arreón, por aquello del todo o nada, carburó. Se puso 2-7 para devolver el guante a su contrincante. Sin embargo, López, descarado en un Aitzuri que rozó el lleno -600 espectadores-, igualó con toques de calidad, sacando lustre al dos paredes para incidir sobre su rival. La fortaleza de Goikoetxea, no obstante, destrozó la segunda manga tras coger el saque (7-12). El delantero de Zumaia recuperó la confianza. Mal negocio.

En el desempate, Iñaki ya era un gigante. Fue de menos a más y acabó con un 2-5 que le impulsa en la historia del mimbre: Goikoetxea XII. - N.G.