PAMPLONA - Bengoetxea VI y Larunbe, sin opciones de clasificarse desde su derrota la jornada pasada, vencieron ayer a Unai Laso y Albisu en un ejercicio de total competitividad, y dejan a estos últimos con la obligación de ganar los tres partidos que restan para tener opciones de pasar a semifinales.

El encuentro de ayer fue un partido sin brillo, con muchos errores, lo que terminó condenando a la pareja azul. Tanto Laso como Albisu perdieron pelotas fáciles, fruto de la precipitación, de la ansiedad por conseguir un punto que terminó escapándose por su propia culpa. Por su parte, Oinatz y Larunbe, sin cuajar una gran actuación, llegaron al 22, manteniendo su orgullo intacto.

El delantero de Leitza comenzó el partido con ganas de sacarse la espina de hacer un buen partido. Apoyado en el saque, logró una buena distancia inicial -6-1- que pronto neutralizarían azules -8-7-. Sin embargo, la precipitación de éstos les hizo cometer una buena cantidad de fallos. El delantero Bizkarreta-Gerendiain se aceleró demasiado quitándole de aire el resto de saque a su zaguero, y encadenó varios sotamanos que no llegaron a entrar en el verde. Albisu tampoco tuvo seguridad en su golpeo, para regocijo de un Bengoetxea que terminó adelante en cuanto tuvo oportunidad. Así se llegó a un 17-9 que parecía definitivo.

Pero Bengoetxea erró un dos paredes en el cuadro dos que dio alas a sus compañeros de empresa. Con el cambio de pelota, Albisu dio un paso adelante, y pasó a ver a su rival siempre por detrás de él. Larunbe cedió en el intercambio de pelotazos, y la reacción llevó a un apretado 17-15.

Pero Oinatz cortó la racha con una cortada, y de nuevo volvieron los nervios para azules, que tornaron a errar en un momento clave. Laso pudo adornarse con un par de paraditas, pero fue Oinatz quien venció la batalla y llegó al 22 tras devolver de forma magistral un gancho del de Bizkarreta-Gerendiain. Una victoria de honor que aleja toda posible sospecha.