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Larunbe ejerce de faro en el Beotibar

El vizcaino marca el camino en la zaga para que Oinatz, en una versión práctica, rompa y apuntan a semifinales

Larunbe ejerce de faro en el BeotibarGorka Estrada

Donostia - Oinatz Bengoetxea y Mikel Larunbe dieron ayer un paso de gigante hacia las semifinales del Parejas de Primera. Si bien queda una jornada y las matemáticas pueden echarles de la siguiente fase, el triunfo en Tolosa deja varias certezas para sus aspiraciones: la primera y más concreta es que de ganar el próximo duelo ante Elezkano II-Zabaleta pasan a la siguiente ronda; la segunda es que dependen única y exclusivamente de ellos mismos e, incluso, debido a resultados de terceros, un fallo no sería suficiente para tumbarles; y la tercera es que dominan la pelea por los tres huecos con siete triunfos y tienen una dosis alta de tranquilidad para su última cita. Así, el binomio de Asegarce dio el do de pecho ayer en el Beotibar para poder gozar de una última bala en la recámara por si acaso. El camino directo es el triunfo.

Así, Larunbe volvió a sumar otra actuación de mérito en territorio tolosarra, cancha en la que han vencido en dos de los tres duelos jugados en la competición. El único en el que se vieron de bruces con la derrota fue ante Víctor-Albisu -malos compañeros a la hora de un empate por tener ganado el tanteo particular-, contra los que perdieron por 20-22. Aun así, el galdakoztarra fue el culpable del cambio del envite ante Jokin Altuna y Abel Barriola, que cayeron con las botas puestas.

El guardaespaldas navarro sujetó el choque en los primeros compases y el puntillero, a pesar de su número alto de yerros, asomó valiente y expeditivo. Eso sí, sin suerte en la segunda mitad. Contó en total diez tantos y diez fallos. Mal número global, pero espectáculo puro y duro.

La clave estuvo en la segunda parte de la cita, en la que un cambio de pelota puso a Larunbe en órbita. El zaguero, parejo a un Barriola bien plantado hasta el 9-13, expuso su mayor dinamita y se llevó tres tantos consecutivos que dieron la vuelta a la cita. El de Galdakao completó además una buena cortada que le sacó los aplausos a la cátedra. Con eso llegó la vuelta, que acabó en una tacada de diez tantos que dejó el compromiso visto para sentencia.

Anteriormente, la valentía del amezketarra en los cuadros alegres se tradujo en una buena tajada de cartones. El bloque azul funcionó como hacía tiempo y, aunque el envite anduvo igualado hasta el 6-6, después pudieron escaparse en el marcador. Se fueron 6-11 y 9-13. Fueron más resolutivos los de Aspe.

Fue después cuando Larunbe creció sobre Barriola y Oinatz Bengoetxea optó por una versión más práctica. Los problemas de los de Aspe se acumularon porque Altuna III no podía entrar en situaciones claras y la experimentación no salió bien. De lejos o forzado, la moneda le salió cruz. Así, por la ayuda de unos y otros, el duelo se fue decantando para los colorados.

El 19-13 puso tierra de por medio entre los dos binomios y la herida no se restaño a pesar de los esfuerzos de Altuna III. Se reservó para el final Barriola una volea al ancho para enmarcar y el duelo, cuando apuntaba a victoria colorada, tomó cariz de final de fiesta. El Beotibar quiso homenajear al leitzarra por su aportación a la pelota en una carrera espectacular.