¡más madera!
Lasa y Zubieta ganan en Lezama a Idoate-Zubieta en un gran duelo de zagueros
Duración: 1h 32:03 minutos de juego; 43:35 de juego real.
Saques: 2 de Aritz Lasa y 1 de Idoate.
Pelotazos: 854 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 11 de Aritz Lasa, 3 de Zubieta, 11 de Idoate, 3 de Barriola.
Errores: 2 de Aritz Lasa, 3 de Zubieta, 5 de Idoate, 1 de Barriola.
Marcador: 1-3, 2-4, 3-4, 3-5, 4-6, 4-7, 5-7, 8-8, 8-9, 9-14, 17-15, 18-16, 18-17, 19-18, 19-19, 20-19, 20-20, 21-22 y 22-20.
Incidencias: Buena entrada en el frontón de Lezama.
lezama. Esculpidos como rocas ayer en el frontón de Lezama, Aitor Zubieta y Abel Barriola dieron toda una lección de saber estar y pegar en la cancha. Como cañones fueron los brazos del coloso de Etxarri-Aranatz, tallando en pura roca su partido, obligando al eterno zaguero leitzarra a esforzarse en su juego de piernas. Mientras, en un particular twist, Barriola, un Bekele de las canchas, un maratoniano, cuajó un kilométrico partido, mostrando credenciales en defensa, reventando la pelota desde el nueve y desde el diez cuando Aitor le enseñaba la matrícula a base de pegada y autoridad. Fue un cacique en la zaga el etxarriara, pero Abel es un héroe de guerra, que no se ha ganado el pan en mesas de negociación, si no que ha labrado su camino entre trincheras. Sobran las palabras con Barriola, de piernas de acero, manos de relámpago y corazón incorruptible. Y se fajaron Zubieta y el leitzarra en un partido inconmensurable, de más de 800 pelotazos (854) de rabia y de mucha brega y trabajo. Labraron en la zaga un campo repleto de escombros, de cueros encendidos y en un ejercicio de dureza plena, que gustó en las gradas lezamarras.
Delante, mientras, dos delanteros de nuevo cuño, Aritz Lasa y Mikel Idoate, buscaban su camino hacia la reivindicación sufriendo. Porque, en un encuentro de alternancias y brega, las distancias abiertas en luminoso nunca dieron la sensación de ser definitivas. Si bien Mikel tenía un carácter más rematador, a la búsqueda del tanto; el vibrante espíritu de Aritz Lasa se aprovechó de las brechas en el cruce de caminos, lanzando dejadas largas a pared izquierda.
Así las cosas, tomaron las primeras distancias los azules, con un 0-3 de salida que pesaba en un Zubieta al que le costó entrar en su juego de martilleo constante. Poco a poco fueron igualándose los delanteros, una vez que el de Etxarri inició su escalada hacia el Olimpo, aunque los azules, con el viento a favor, pudieron encontrarse con más brecha. Idoate, juguetón y travieso, se unió a un Barriola con los pulmones repletos de oxígeno y, una vez superada la barrera del 4-7 al 8-7, colocaron en el luminoso un 8-14 que barruntaba tormenta colorada. La marea azul, sin embargo, no se cebó en el acorazado rival, que ganó enteros cuando Aritz Lasa encontró pelota delante. Por entonces, los tantos comenzaban a enconarse cada vez más, alargando la agonía de cada pelotazo y haciendo más kilómetros a las piernas de los pelotaris.
En un fogonazo, el de Urretxu y Zubieta, forzando a Idoate en la contracancha y a Abel atrás, agudizaron su estampa, forzando Lasa la dejada larga pegadita a pared. Hasta restañar la herida y sacar, incluso, ventaja (17-15). Pero Mikel y Abel, dos pelotaris combativos, ganan enteros cuando todo se vuelve más plúmbeo y las extremidades se vuelven de cemento por el esfuerzo. Así que consiguieron resucitar y pelear hasta el final, que se llevaron con fortuna los colorados. Y el público pedía más madera, más batalla, en un envite superlativo, de pantalón largo, en el que se dinamitaron a base de poder los dos zagueros y a base de sudor, los delanteros.