donostia. La de ayer fue la elección de material, previa a la disputa de una final, más distendida de los últimos tiempos. El carácter de los protagonistas, su pertenencia a la misma empresa (Aspe) y sus gustos por un material relativamente vivo tiene mucho que ver con el buen ambiente que se respiró en el Ogueta de Vitoria, el escenario en el que Gonzalez y Laskurain pelearán el domingo por las txapelas del Parejas ante Xala y Zubieta. Sólo el reducido frontis del frontón de la capital alavesa (80 centímetros más bajo de lo habitual) preocupó a los finalistas, que salieron satisfechos con el material con el que lucharán por el título.

El Ogueta es un frontón exigente, sobre todo para aquellos a los que les toca defender. Por eso los protagonistas de la final del Parejas han aprovechado las dos sesiones de entrenamiento de que han dispuesto para hacerse a las atípicas medidas de un escenario en el que no se juega en un partido de la LEP.M desde hace dos años. Ayer evidenciaron su preocupación por el asunto -sobre todo los zagueros- y por tratar de llevar la iniciativa desde el inicio -sobre todo los delanteros-. Al margen de eso, la calma presidió una tranquila elección de material.

Del material, el único detalle de la final sobre el que no se había hablado, tampoco se dijo demasiado. Los finalistas salieron satisfechos. Gonzalez, al que se le notó algo más contrariado en la cancha del Ogueta, explicó que "es el correcto". Especificó el delantero de Askain que los cueros de Xala y Zubieta "son un poco más ligeros y con un poco más de bote que los nuestros, pero no existe tanta diferencia como las que sacaron el día de la semifinal que disputamos en Eibar". En el bando contrario, Zubieta fue el encargado de valorar el material. "Me ha parecido que es el adecuado, aunque habrá que ver cómo reacciona el día del partido. Nuestras pelotas tienen un poco más de bote, pero hay una de las que han escogido ellos que es la más viva de todas y nos ha gustado mucho".

El resto fue pura diversión. Desde el principio hasta el final. Desde los improvisados juegos de Xala y Zubieta en los últimos cuadros del Ogueta mientras sus rivales escogían material, hasta las declaraciones de Gonzalez. El delantero de Askain, cuestionado sobre su amistad con Xala y su condición de paisanos (ambos residen en territorio francés), encontró una respuesta graciosa. "Estamos dos franchutes en la final y es una cosa inmensa para nosotros".

A tenor de lo que se vio ayer en el frontón de la capital alavesa, nadie podría pensar que el domingo se disputa una final. Tampoco en una conferencia de prensa de locos. Comparecieron los cuatro finalistas juntos en compañía de Carlos Ruiz, en representación de la Kutxa, patrocinador principal del Campeonato de Parejas. Cinco sillas les esperaban, pero debieron cambiarse de sitio cada vez que les tocaba hablar, por eso de que los micros se encontraban en el centro de la mesa. Fue un juego de niños. Lo del domingo será otro, pero de hombres.