Nunca he comprendido ese interés por recordar la ascendencia, lo mismo vasca que de otra procedencia, como si representara algo, positivo o negativo. Quizás, para los nacionalistas españoles excluyentes tenga algún significado subrayar que son cristianos viejos, sin mezcla de moros, judíos, agotes, otras malas razas y sectas reprobadas o penitenciados por la Santa Inquisición, porque realmente hasta el siglo XIX en España lo tenía. Para mí, en absoluto, a pesar de que, en mi larga retahíla de apellidos vascos hasta el siglo XVII, también existan algunos penitenciados, no por la Santa, sino por la policía política franquista.

Por eso mismo, no entiendo la insistencia en recordarnos que los ancestros del lehendakari Pradales sean castellanos, como si ello fuera desdoro u honra añadidas. Ni lo uno, ni lo otro, Por ahí no va la cosa. Es más complicada y profunda.

Hoy traigo a colación a D. Indalecio Prieto Tuero, socialista “de los de antes”, con un artículo de su autoría, La ficha de un perillán que, junto a otros muchos de diferentes autores, recopiló el volumen Convulsiones de España de la editorial Oasis, en México los años 1967 y 1968.

Se refiere el asturiano, ¡vaya, tampoco tenía apellidos vascos!, aunque desde niño viviera en Bizkaia, al abuelo del expresidente Aznar, D. Imanol Aznar Zubigaray, éste sí que lo era, de Etxalar (1894) para ser exactos, hijo del sacristán y sobrino del párroco de la pequeña localidad navarra, cuna de contrabandistas y palomeros durante siglos. ¡Qué descanso¡ Vasco, mugalari y cristiano viejo integrista, como debe ser.

Periodista y autor teatral

Licenciado en Filosofía y Letras y en Derecho, comenzó su aprendizaje periodístico en La Tradición Navarra, órgano oficial del Partido Integrista de Navarra, un periódico en el que predominaba la información religiosa. De ahí pasó a Euzkadi, órgano del Partido Nacionalista Vasco, al que estaba afiliado, destacando por su radicalidad, y especializándose en fútbol y en crónicas sobre la Gran Guerra. Al mismo tiempo, escribió teatro en euskera y llegó a estrenar El jardín del mayorazgo. D. Nicolás María de Urgoiti, lo fichó para dirigir el diario madrileño El Sol, donde, convertido en monárquico de toda la vida, se iniciaría, además, en el negocio de la ferretería, vendiendo herramientas de mano y alambre de espino al Ejército en África.

Cesado en la dirección del periódico, emigró a México y de allí, tras un sonoro escándalo protagonizado por su amante, Margarita Ruiz de Lihory, baronesa de Alcahali, se desempeñó como reportero en Cuba para regresar en 1930 a la dirección de El Sol.

Directivo

En abril de 1931 se convirtió a ferviente republicano y entregado azañista, maniobrando, sin éxito, para que le nombraran embajador en La Habana. Fracasado el intento, tornó a maurista y consiguió ser designado secretario de la Compañía del Tranvía de Madrid, cargo desde el que propició la colectivización del tranvía, aunque los cenetistas no se lo agradecieron debidamente y, según manifestaba, querían asesinarle, protegiéndole los socialistas del taller, a instancias de Don Inda.

Convenció a su comité para trasladarse a Bruselas en viaje de estudios, pero en París les dio esquinazo para regresar, vía Etxalar ,y aparecer en Zaragoza, con uniforme de falangista de primera hora. Algunos camaradas desconfiaron e ingresó en prisión, pero por los méritos de su hijo mayor Manuel Aznar Acedo, “camisa vieja”, y de su cuñado, el futbolista Domingo Chomin Gómez Acedo, que se hartó de fusilar rojos en Haro y alrededores, fue puesto en libertad, trasladándose a Francia, por seguridad.

Diplomático

De regreso a España, como franquista de toda la vida, el “fregoli” de Etxalar, –en alusión a Leopoldo Fregoli, reconocido actor y transformista italiano–, accedió a la carrera diplomática con destinos como consejero en Washington y de embajador en Santo Domingo, Buenos Aires y Marruecos, para regresar a Madrid a presidir la Asociación de la Prensa. Procurador en Cortes, tras su paso como director de La Vanguardia, Don Inda, que falleció en México en febrero de 1962, no pudo verle de embajador ante la ONU.

Nieto

José María Aznar López fue presidente del Gobierno español desde 1996 hasta el 14 de marzo de 2004 en que, un error de cálculo a propalar una mentira sobre la autoría de los atentados del 11 de marzo, lo descabalgó. Ahora conspira.

Obviamente no es en absoluto responsable de las anécdotas de su camaleónico abuelo ni de los crímenes de su tío, el futbolista Chomin, de Getxo, pero igual que el nieto hablaba catalán en la intimidad, quizás fue acunado en el regazo por su aitona mientras le cantaba alguna nana en euskera

Polideportivo de Benta Berri

Parece que están fijando los anclajes que deberán usar los trabajadores que reparen el motor en las alturas. Pésima gestión la del concejal Gabarain y su director Feijoo, a los que el asunto se les ha ido de las manos. Existe un desfibrilador a la entrada. Deseo que no haya que utilizarlo.

Filigranas

Incidentes en Hernani. Un joven se refugió en el Ayuntamiento porque la gente quería lincharle. La policía municipal se vio sobrepasada. A pesar de las reticencias del alcalde, tuvo que intervenir la Ertzaintza.

La propia redacción de la noticia que relataba lo ocurrido, sin citarlo, proclamaba que esa persona era magrebí.

De un tiempo a esta parte, los medios hacen filigranas para que no identifiquen a presuntos infractores si son del Magreb. Quizá esa medida, bienintencionada en origen para evitar estigmas generalizados, tuviera efectos positivos al principio, pero a estas alturas parece contraproducente, porque basta con que se oculte la procedencia de la persona para que automáticamente se piense que el delincuente es nórdico, moro en el argot. Y se acierte casi siempre.

Hoy domingo

Ensalada de txangurro (Cancer pagurus). Marmitako. Pastel de queso, de Gasand. Tinto de crianza Muriel. Agua del Añarbe. Café, petit fours de la misma procedencia. l