Maddi. En otra época se llamaría Candelaria, porque nació tal día, pero se llama Maddi, en honor a la diosa principal de la cultura vasca precristiana, la que habita en una cueva de la cara este del Anboto, de rubia cabellera que peina al sol, con un peine de oro.

Mientras debaten sobre el parecido con su hermano o sus abuelas, yo me dedico a templar gaitas, disculpándome con el personal del Materno-Infantil. Hizo su entrada en el paritorio con las bragas de su madre en la cabeza y eso, cuando menos, es una gamberrada. Incluso puede ser un aviso sobre el carácter rompedor de la nueva criatura y lo que les espera a sus padres, una personita impaciente y dispuesta a ponerse el mundo por montera desde el principio de sus días. Me enorgullece que sea así, con criterio propio, aunque me consta que esa particularidad pasa factura en esta sociedad aborregada. Es más cómodo y rentable seguir a un amado líder. Incluso está mejor visto.

Comadrona y auxiliares, acostumbradas a estos y otros incidentes, quitaban hierro al asunto y colmaban de atenciones a la niña, que está a su rollo, y a la madre, incluso ofreciéndole la carta para que elija el menú del almuerzo y cena. A lo que vamos a llegar en la denostada Osakidetza.

Sanidad pública

Gratuita y universal. Tampoco el consejero Martínez parece muy afectado con la reciente manifestación donde algunas personas de buena voluntad, hábilmente manipuladas por plataformas que de sobra saben, y con datos actualizados, que no son ciertas sus demandas. Todo es bueno para mantener la tensión reivindicativa en las calles.

Ejercen su derecho constitucional a manifestarse, denunciando una privatización del sistema que no existe. El Gobierno Vasco es el gobierno europeo que menos dinero destina a la privatización, el 5% y con tendencia a la baja. A los presupuestos me remito. Comparen con Cataluña, por ejemplo. Criticaban las listas de espera quirúrgicas –otra cosa son para atención de especialistas– que, si en algún momento fueron alarmantes, ahora descienden. Tiempos medios de 52 días. Sube un poco para una prótesis de rodilla, hasta 67 días, pero compensa con la de cadera, 57 días, y los 37 para una intervención de cataratas. Información ofrecida en el Parlamento que recibieron los padrinos de las plataformas populares. Estos plazos desaparecen en los casos de enfermedades graves como el cáncer, por ejemplo. En realidad, con sus defectos, tenemos un sistema asistencial potente y efectivo que, en general, responde. Y eso también lo sabemos todos, manifestantes incluidos, por experiencias cercanas.

Mostraban su enfado por el desmantelamiento de Osakidetza. En las mismas fechas, lo sabemos esa minoría que leemos la prensa o seguimos con desgana los desinformativos, se consolidaban cerca de 8.000 de puestos de trabajo, desde médicos hasta cocineros, en la red pública de asistencia sanitaria que, hasta entonces, eran desempeñadas por personal interino. Y estoy seguro de que algunos indignados manifestantes conocen a más de uno de esos que, finalmente, ha obtenido plaza. Otra cosa es que sea en el centro que le gustaría.

Sin embargo, hay que matizar algunas referencias del consejero de Sanidad a una emisora de radio, cuando manifestaba que Osakide-tza dispone de una red de ambulatorios o centros de salud mayor que la de algunos países como Francia Bélgica Alemania o Bélgica. Buen anestesista, hábil en el manejo del Propofol, se le fue la mano en la dosis, para atontarnos un poco más.

La comparación no es válida porque, en lo que a la asistencia primaria se refiere, en esos países los médicos se instalan y agrupan por su cuenta, no son estatutarios y el paciente tiene libre elección de profesional, hospital y mutua, a la que se adhiere su derecho a la seguridad social. Lo sabemos los que hemos necesitado algún tipo de asistencia médica en Francia, por ejemplo. La hemos pagado y nos la han reembolsado posteriormente

Garrapatas

La semana pasada nos felicitábamos por el acuerdo alcanzado entre la Federación Guipuzcoana de Caza y la Diputación Foral para el control de la plaga de jabalíes, no sólo por fomentar el deporte entre los cazadores, al tiempo que realizan una labor social, sino por atajar los daños que estos suidos causan en las explotaciones ganaderas, en la sanidad animal y humana, aminorando la transmisión de las garrapatas (Hyalomma lusitanicus). También notaremos el descenso de estos insectos, transmisores de enfermedades varias, al controlar las poblaciones de jabalíes.

Su ciclo vital pasa por tres estadíos (larva, ninfa y adulta) y las transformaciones se hacen siempre en el suelo. La garrapata adulta hembra hace su puesta en el suelo y de cada huevo eclosiona una larva a las dos o tres semanas, que buscará un hospedador, reptil, ave o roedor a quien parasitar.

A los cinco días cae al terreno, muda y se convierte en ninfa, para lo que precisará de la “colaboración” de un mamífero mediano del que alimentarse: zorro, conejo, tejón, perro o jabalí. A los diez días, nuevamente en el suelo, vuelve a mudar para pasar a adulta y definirse sexualmente. Machos y hembras buscarán un mamífero, incluidos los humanos, que tienen el pellejo más fino, que permita nutrirse a la hembra. El macho, después de copular sobre el animal parasitado, muere. La hembra fecundada caerá a la tierra, pondrá los huevos y morirá también.

Anexión

Nos sorprenden las pretensiones del Rubio de quedarse con Canadá, Groenlandia o Panamá, o la del sátrapa ruso con Ucrania. No debieran. El domingo 2 de febrero se cumplieron 177 años de uno de los mayores despojos de la historia. En tal día de 1848 se firmó el Tratado Guadalupe Hidalgo por el que México se vio forzado a entregar a EEUU los estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y parte de Colorado, además de Texas. La mitad de su territorio. Y hasta hoy.

Hoy domingo

Sopa de cocido. Xapo en salsa de cigalas. Naranja. Opilla de San Blas. Tinto Miguel Angel Muro. Agua del Añarbe. Café y petit fours de Oa l