Lampedusa. No me refiero a la pequeña isla paradisíaca, a pesar de su escasez de agua potable cuando aparecen los turistas, al sur de Sicilia, que saltó a los medios en 2013 con el naufragio de más de 500 migrantes. Quiero recordar al escritor palermitano Giuseppe Tomasi di Lampedusa y su única novela póstuma, El Gatopardo, una de las imprescindibles del siglo pasado, adaptada al cine por Visconti en 1963.

La obra, de lectura obligatoria para analistas y aficionados a la política generalista, nos retrotrae al desembarco, en mayo de 1860, de Giuseppe Garibaldi en la mayor isla del Mediterráneo y describe, con precisión de neurocirujano, a D. Fabricio Corbera, Príncipe de Salina, y a su sobrino Tancredi. Cacique comarcal, el primero, con todos los atributos que adornan a los de su estirpe. Rico, guapo, orgulloso, follador, prepotente, que contempla curioso, pero resignado, el fin de su época, sabiendo que todos los cambios que se produzcan permitirán que todo siga igual, mientras que el joven, rebelde, además de ligarse a la bella Angélica, hija de un advenedizo, un parvenu surgido del nuevo movimiento, con proyección en el nuevo régimen que comienza, colabora con entusiasmo en la confianza de ser nombrado diputado, senador o alcalde, que le permitirá mantener la influencia familiar en la sociedad.

La cita viene a cuento porque se anuncian renovaciones en los cuadros directivos de los tres grandes partidos políticos vascos y en todos los casos, sus Fabricios, con fingida humildad, afirman sin rubor que fían su continuidad en el cargo a las bases de sus democráticos partidos, que son quienes tienen la última palabra. Y nosotros, los tontitos del haba, pero bien educados, nos esforzamos por retener la carcajada, recordando a D. Tancredi: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. El lector es muy libre, como siempre, de cambiar los nombres de los protagonistas de la novela por otros que le resulten más familiares.

‘Eppur si muove’

Algunas mentes lúcidas y sin hipotecas políticas se cuestionan la perpetuidad en los cargos y la paulatina reducción de la cantera de candidatos. Ya no quedan más amiguetes agradecidos por colocar.

Mascotas en establecimientos

En la carnicería asisto a una discusión, obligado por mis circunstancias de sanitario que, como el sacerdocio, imprime carácter. Cuánto daño ha hecho Walt Disney entre los urbanitas con la humanización de los animales.

No se pueden tener mascotas en las zonas de los establecimientos de comercio al por menor donde se preparen, manipulen o almacenen alimentos. Y añade el Real Decreto de 13 de diciembre de 2022 que el propietario del establecimiento podrá ampliar la zona de prohibición a otras zonas de uso exclusivo del personal de los establecimientos. Los vestuarios, por ejemplo.

También está prohibido el acceso de animales a los lugares de venta de alimentos, tales como supermercados, mercados y comercios minoristas. Aquí entran las carnicerías, salvo cuerpos de seguridad de servicio o perros de asistencia.

Por último, en las zonas de los establecimientos de hostelería, donde únicamente se sirven alimentos, es decir, comedor, terrazas y exterior de las barras, el propietario puede prohibir o permitir el acceso a las mascotas con determinados requisitos: El animal tendrá un comportamiento y estado de higiene adecuados, sin signos de enfermedad, parásitos o heridas abiertas, estarán sujetos por correa, evitarán el contacto con el personal del establecimiento, equipo y útiles del local, y las superficies de las mesas, de la barra y para comer o beber utilizarán utensilios de su uso exclusivo para animales. Vamos, de sentido común. Falta añadir en la disposición que no usarán el periódico de la casa más de diez minutos, y no como algunos jubilados que hasta hacen el crucigrama.

Paro médico

Un nuevo informe del Sindicato Médico de Granada, del que se hacía eco la amanuense de nuestro consejero de Sanidad, haciéndolo suyo, estima que en los próximos años continuará un déficit de nuevos médicos internos residentes (MIR) respecto a médicos jubilados. La tendencia se frenará y revertirá para 2028. Entonces, sobrarán médicos especialistas en los sistemas público y privado porque existirán más que plazas vacantes a causa de las jubilaciones. La excepción será en Medicina de Familia donde, si todos los médicos residentes que terminaran su formación se quedasen a ejercer en el Estado, seguiría existiendo un déficit de 330 especialistas (el 2,6%) en el SNS.

Otras especialidades donde se espera un déficit son Pediatría, aunque hay más residentes que plazas que vacarán por jubilación, éstos prefieren ejercer en el ámbito hospitalario antes que en Atención Primaria y continuarán ocupando plazas médicos sin el título de especialistas en Pediatría. 

Sin embargo, convendría matizar que, el número de años de “vida en buena salud” al nacimiento en España en 2020 fue el mismo para hombres y para mujeres, 66,3, y la esperanza de vida al nacer en 2020 se situó en 82,2 años (85 en mujeres y 79,5 en hombres), según el informe anual del Ministerio de Sanidad, gracias, entre otros factores, a la consolidación del estado de bienestar, al incremento de las medidas de higiene, una alimentación más equilibrada, los avances médicos, la mejora del sistema sanitario y la reducción de accidentes laborales y de tráfico.

Para 2040 la esperanza de vida será de 85,8 años, es decir, que vivimos entre 20 y 30 años después de la jubilación, lo que nos plantea un futuro de viejunos con enfermedades crónicas que exigen cuidados y seguimientos, que podrían desvirtuar esos datos pesimistas de médicos en desempleo.

De cómo se va a sostener económicamente todo esto consulten al subteniente maestro armero, que ejerce de actuario en horario de oficina.

Hoy domingo

Consomé con tropiezos. Garbanzos. Ropa vieja. Manzana asada. Tinto crianza López de Haro. Agua del Añarbe. Café y petit fours. l