125 años de veterinaria guipuzcoana
En mi nuevo libro 'Colegio Oficial de Veterinarios de Gipuzkoa: 125 años' repaso la historia de la veterinaria, desde las cuevas de Ekain hasta el domingo 19 de marzo de 1899, fecha en la que, en el desaparecido hotel Altuna de la villa de Zumarraga
Al servicio de Gipuzkoa. Acabo de presentar mi penúltimo libro, cuidadosamente editado por Fasprint Igara y maquetado por Maite Romero Monís, titulado Colegio Oficial de Veterinarios de Gipuzkoa: 125 años al servicio de la sociedad guipuzcoana, ante un grupo de colegas. Mañana lo haré a los medios que se acerquen al Colegio.
Como el título indica, hago un repaso de la historia de la veterinaria, desde las cuevas de Ekain hasta el domingo 19 de marzo de 1899, fecha en la que, en el desaparecido hotel Altuna de la villa de Zumarraga, importante nudo ferroviario en la época, los veterinarios guipuzcoanos decidieron crear la Asociación Veterinaria Guipuzcoana, embrión del actual Colegio.
A partir de esa fecha, ofrezco unas pinceladas sobre la evolución de nuestros planes de formación y de la misma profesión. Desde los albéitares herradores de hace más de un siglo, hasta el virtuoso cirujano oftalmólogo. Desde el taller de herrado, con su yunque, pujavante, escofina, tenazas y martillo, hasta el sofisticado hospital veterinario que aplica las técnicas de mínima invasión, auxiliado por la pantalla y el ordenador. Siempre, en paralelo con la sociedad a la que pertenecemos, colaborando en el desarrollo de su ganadería, garantizando la seguridad alimentaria y compartiendo los diferentes avatares históricos, paréntesis bélico incluido. Describo las semblanzas de nuestros personajes más destacados y sus circunstancias en Gipuzkoa. Un repaso a la sociología veterinaria guipuzcoana, mayoritariamente femenina en la actualidad, y un recuerdo a los compañeros que fueron víctimas del odio y la sinrazón hasta fechas recientes.
Cercano en el tiempo el Festival de Cine, pretendí crear mi propia puesta en escena, con un cuidado desaliño, sin afeitar estilo Borja Sémper, una gorra, un pañuelo anudado al cuello y alguna frase pretendidamente sesuda como, “pretendo la búsqueda de la inoperancia activa”, con las típicas referencias a Gaza, un poco menos a Ucrania, y ninguna a los desaparecidos bilbainos en Venezuela, por si acaso.
Finalmente, opté por tomar prestado el párrafo de un gurú guipuzcoano de la política actual y soltarlo: “El Challenge Led o mapeo de sistemas basado en desafíos, responde a la necesidad de mejorar la capacidad de los profesionales para avanzar hacia un cambio transformador del sistema, proporcionando mecanismos, mediante los cuales trabajar de manera más horizontal con los responsables de los desafíos y otros actores. La gestión del conocimiento como buena práctica para el análisis y la comunicación, responde a la creciente necesidad de coproducir conocimiento procesable y hacerlo accesible a los profesionales, mediante métodos participativos”. Y el personal, estupefacto, acojanaus, sin decir ni pío, aplaudiendo con las orejas, por miedo a quedar como ignorantes.
Pacto vasco por la salud
Tanto el Ministerio del ramo como la mayoría de las comunidades autónomas se han hecho su Pacto para la Salud. Nosotros no nos quedamos atrás y tenemos nuestro tocho de 264 páginas, que dormiría en algún cajón. Y las consultoras de confianza, venga a facturar. En realidad, es un análisis de la situación. ¡Déjà vu¡ Se mantiene la vieja costumbre de valorar los informes a peso. Nadie lee. Cuánta morralla envuelta en celofán de colores. Una ronda generosa de Propofol. Que de eso sabe el consejero.
Afirmaba, sin ruborizarse, que el primer objetivo del Pacto Vasco de Salud es garantizar que toda la población tenga acceso a los servicios de salud, independientemente de su situación socioeconómica o lugar de residencia. Eso estaba garantizado, por lo menos, desde la Ley de Sanidad del asesinado ministro Lluch en 1986. Seamos más serios.
Me rebelo contra esas “instrucciones” de borrar todo lo que recuerde a Urkullu. Todo debe ser “nuevo” y transmitir “sensaciones”. Una cosa es que las anteriores consejeras sean para olvidar, pero tampoco el consejero Martínez parte de cero. Hay que mantener, porque se lo merecen, un mínimo de lealtad y respeto a la memoria de todos los equipos que le han precedido.
Frases grandilocuentes sobre la participación de los ciudadanos. Humo Km cero, presuntamente bienintencionado. No habla de una mayor transparencia en la gestión o de una representación más plural en el consejo de administración de Osakidetza, menos dúctil y maleable, más ajena al pesebre.
De momento, ponen relojes para fichar en todos los centros de salud y en el hospital, pero solo para residentes y contratados laborales. Otra sugerencia: aplicar sanciones a los pacientes que no asistan a una cita o prueba médica.
Y como guindita, la entrevista publicada en algunos medios. Si el objetivo que pretendía la asesora de comunicación del consejero, era que se hablara, ha acertado. Es el tema de tertulias de profesionales, centros de salud, colegios y sindicatos, especialmente el sectorial, exultante. ¡Venga pasta!, pero sin decir de dónde va a salir. ¿Y a los demás sectores? ¿Enseñantes y ertzainas, por ejemplo? Igual les entran “sensaciones”, que diría el consejero de Seguridad, pero esta vez, reivindicativas.
El coordinador nombrado para el Pacto, Prof. Dr. Javier Meana, pertenece a la burbuja universitaria. Abultado currículo, una autoridad en su ámbito, pero con un yo elevadísimo, como suele ocurrir, a menudo, entre los de su especie. Quizás hubiera sido preferible un profesional más modesto, pero más empático, que supiera priorizar el “nosotros y los otros”. Amanecerá y veremos.
Finito
Un accidente vascular se llevó a Rafa Legorburu, dejando sumidos en la tristeza a sus hijos y compañeros, del rugby de Bera Bera y de Osakidetza. Se consuelan con los momentos vividos, porque fue un buen tío. Yo me quedo sin un lector crítico. ¡Que la tierra le sea leve!
Hoy domingo
Arroz Kerar (verduritas y frutos del mar). Lubina al horno patatitas panadera. Higos al horno con helado de avellana. Txakoli Txomin Etxaniz. Agua del Añarbe. Café y petit fours.