Auguri. Buena suerte en italiano. Es lo que deseamos sinceramente, al Dr. D. Alberto Martínez Ruiz, nuevo consejero de Sanidad del Gobierno Vasco, por su valentía al asumir el cargo. Le precede un buen currículo profesional apócrifo, en el que, quienes han sido sus compañeros en Donostia, Galdakao o Cruces destacan su ejercicio como médico de bata y fonendo, escuchando y tocando enfermo, detalle importante. Y su fama de trabajador y hombre de equipo. Recuerdan, además, su personal implicación en Osakidetza, haciendo peonadas –pasando consultas o apoyando en quirófano, fuera de horas–, para aliviar las listas de espera, mientras otros preferían atender sus consultas privadas. Dicho queda.

Debe comenzar la limpia de inútiles cuanto antes, que luego se les coge cariño. Otra cosa es que le dejen los que mandan y reflexionan mucho sobre la abstención.

Comparecencia

En su primera alocución pública, apostó fuerte. Tiene previsto convocar en breve, un gran “Pacto por el Sistema de Salud” con universidades, colegios –quiero pensar que no sólo de médicos–, sindicatos, partidos y expertos. En este último capítulo, me imagino que se acordará de los viejos cocodrilos que, sabiendo navegar por aguas revueltas, aportan su experiencia y gramática parda. Pacto que debe servir para valorar qué tipo de sistema necesitamos los vascos, que el lehendakari Pradales ya garantizó, será público y universal.

Podía ser un lema de campaña –Para la salud, lo primero es la Primaria–, atreviéndose a afirmar que la accesibilidad al sistema sea en un plazo de dos días máximo y como norma general de un día, tratando de dar continuidad a los profesionales precarios en los mismos centros de salud con los incentivos que se puedan negociar. Parece encaminarse hacia un nuevo modelo de Primaria. En especialidades, bajar de los dos meses las listas de espera, según coyunturas y épocas del año. Terminó con una alusión a los programas de salud mental y a las nuevas unidades de apoyo psicosocial en materia de prevención del suicidio. No empieza mal y conoce el paño. Amanecerá y veremos.

One health

Confiamos que su pacto se basará en el enfoque de “una única salud” para proteger la salud de todos, tal y como nos enseñó, incluso a los más recalcitrantes, la última pandemia. Las estrategias fundamentales para frenar la transmisión del virus son las que ya funcionaban en granjas y explotaciones ganaderas: la mejora de las medidas de prevención/higiene (lavado de manos, mascarilla) y bioseguridad (distanciamiento y aforos).

Todos deberíamos ayudarle, incluso con la crítica. Cuando menos, los primeros cien días de cortesía.

Enmerdar

No lo entendió así el corresponsal amarillista de un diario digital, al que considero serio, que trajo a colación aquellas filtraciones en las oposiciones a Osakidetza de 2018, en las que, una presunta opositora, desde Mondragón, le solicitó apadrinamiento mientras grababa la conversación telefónica sin su conocimiento.

El Dr. Martínez, según la transcripción de la conversación, fue amable con su alumna/compañera, pero no se comprometió en absoluto. Así lo entendieron también las cuatro magistradas que han intervenido en la instrucción de la trama de los papeles de Osakidetza que se llevó por delante, indebidamente, al consejero Darpón, exonerado judicialmente, la directora general María Jesús Múgica y otros altos cargos de libre designación.

De hecho, el consejero Martínez nunca fue requerido por las instancias judiciales La resolución está paralizada en los juzgados de Vitoria-Gasteiz desde hace dos años. Dilación indebida. Ganas de enmerdar, las del plumilla, que dirían los catalanes, con esa referencia impertinente que se hizo viral. Luego, ocurre como con el agua derramada de un vaso, no hay manera de recogerla después.

Osakidetza será el referente para valorar la gestión del Gobierno Pradales si el funcionamiento general es mediocre, pero si Osakidetza recupera el prestigio de antaño, supondrá nota muy alta para el ejecutivo. Pero, si el resto de las carteras funcionan y Osakidetza sigue a la deriva, el suspenso está cantado.

El departamento deberá disponer, por la cuenta que le trae, de una oficina de comunicación eficiente que, amén de comunicar a la ciudadanía, entre otras cosas, gestione e interactúe en las redes sociales. Hay un consenso muy extendido de que Trump –las comparaciones son odiosas– ganó su primera presidencia por la gestión de las redes sociales.

Verónico

Quien fuera colaborador en mi época de veterinario de Zumarraga, Joaquín Izaguirre, de grato recuerdo, cuando quería certificar que una afirmación era cierta, señalaba con énfasis que era “verónica”, sinónimo de dogma. Lo mismo que acontece con las dos anécdotas hospitalarias siguientes. Una madre llamó a la jefe de Servicio donde presta servicios su niña, médica y especialista, de las nuevas promociones, para reñirle porque le ponía muchas guardias. La segunda: una médico tuvo que dejar de pasar consulta, presa de incontrolable llanto, porque a su novio, a esas horas, le hacían una pequeña cirugía banal. Verónicas ambas. Para justificarle, sólo se me ocurre pensar que la intervención era una fimosis. Tendría su lógica.

Sin duda, es el tributo que tenemos que pagar, por esas notas de corte altísimas, como único criterio para poder acceder a la carrera de medicina, que ocultan personas inmaduras e inadaptadas para la vida social ordinaria.

Julian Assange

Adalid de la libertad de expresión, al que tantas veces hemos recordado en este rincón, ya disfruta de los suyos en Australia. Lo celebramos. Mientras tanto, Pablo González sigue preso preventivo en Polonia, un país de esta Unión, garantía de los valores democráticos.

Hoy domingo

Arroz Kerar (verduritas, mejillones y langostinos). Merluza rebozada. Ensalada de lechuga con cebolleta. Fresas y cerezas. Tinto Hacienda López de Haro. Agua del Añarbe. Café. Macarrones de Presalde de Azkoitia.