Lenguaje inclusivo. Tengo un conocido que, al presentar sus comunicaciones o charlas de divulgación, siempre ante selectos colectivos, comienza con la siguiente advertencia: “Hago uso de mi libertad académica, expreso libremente mi opinión, que puede ocurrir, no sea la del equipo rector que me ha invitado a hacer uso de esta tribuna. Y utilizo el género neutro del castellano, sin reiteraciones ni circunloquios innecesarios, porque así lo autoriza la Real Academia Española de la Lengua, por economía de lenguaje y por sentido común, sin atisbo de misoginia, todo lo contrario”.

Leo en el diario barcelonés El Periódico, del pasado día 19, que la Universitat de Barcelona (UB) renuncia al lenguaje inclusivo para volver a utilizar el género gramatical masculino, como neutro genérico, con algunas excepciones, también de sentido común, porque el uso del masculino no excluye a las mujeres ni a las personas no binarias. Al parecer, es la conclusión a la que han llegado unos sesudos pensadores después de largas reflexiones.

En Barcelona hay diez universidades públicas y veinte privadas, y la Universitat de Barcelona ocupa la posición mundial 86 en el ranking Best Global Universities (BGU), que encabeza la Universidad de Harvard (EEUU) y en la que la barcelonesa figura como la 27ª mejor europea y primera española.

La decisión, aplaudida por docentes por evitar desdoblamientos sistemáticos sin sentido y estilísticamente nefastos, ha sido duramente criticada por la asamblea feminista de la Universidad y, me imagino, por quienes viven del asunto, considerándola un retroceso y exigiendo su retirada. 

Curiosamente, la noticia no ha tenido eco en otros medios. Muchos menos en el Manual de Estilo de los medios de desinformación y propaganda vascos, en sus profesionales, ni en nuestra clase política.

Mosquitos y mosquitas La revista The Lancet Planetary Health del pasado mes de septiembre publica un trabajo de Daniela Sophie Lürsen y colaboradoras titulado Aedes albopictus, adultos en invierno: Implicaciones para la vigilancia de mosquitos en el sur de Europa, en el que señala que el mosquito tigre ha sentado sus reales en trece países europeos, ribereños del Mediterráneo, y nos recuerda su potencial capacidad de vector de más de veinte arbovirus, entre los que se encuentran los causantes del zika, chikungunya, dengue, fiebre amarilla o la fiebre del Nilo Occidental, zoonosis que recientemente causó la muerte a una mujer en Cáceres y, según algunos autores, fue la causa del fallecimiento de Alejandro Magno

También distintos géneros de mosquitos son vectores del virus productor de la malaria (Anopheles), la lengua azul y de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, que afecta a rumiantes domésticos y salvajes y que hemos padecido, recientemente, en nuestras latitudes.

En este caso sí, las altas temperaturas, impropias de estas fechas, que hemos venido soportando han propiciado que la población de las mosquitas, que son las que pican porque necesitan las proteínas de la sangre para producir sus huevos, se haya incrementado notablemente y, con ella, los riesgos para la salud pública y la sanidad animal.

En opinión de la veterinaria Elisa Pérez Ramírez que, junto al biólogo y catedrático de Microbiología en Navarra, Ignacio López Goñi y el farmacéutico Gorka Orive, acaban de publicar Salud global, sobre las amenazas microbiológicas, lectura no apta para hipocondríacos, “el mosquito es el animal más peligroso del planeta. Causa más de 725.000 muertes cada año al ser transmisor de cientos de patógenos”.

Toda la ciudadanía debemos implicarnos en evitar la presencia de los mosquitos, por ejemplo, evitando la presencia de acúmulos de agua en las bases de los tiestos u otros objetos de nuestras terrazas y balcones.

Wolbachia Suena a siniestra policía política sionista. No lo es. Se trata de una bacteria protagonista de un episodio de guerra biológica.  

En catorce países latinoamericanos, donde el dengue alcanza proporciones alarmantes, están liberando mosquitos, previamente contaminados con la bacteria de marras, procedentes de una “biofábrica” de Medellín, que compiten y eliminan a los mosquitos autóctonos, potenciales vectores, sustituyéndolos a corto plazo.

La bacteria Wolbachia tiene un triple mecanismo de acción: dificultando su proliferación –replicación– y transmisión. Fortaleciendo su sistema inmunitario frente al virus y, por último, impidiendo que se acople a las células del mosquito. Vamos, que el virus lo tiene muy chungo para hacer sus fechorías.

Pseudoefedrina Según el diario Le Parisien, la Agencia Nacional de Medicamentos (ANSM) francesa, por sugerencia de la Agencia Europea del ramo, ha pedido a los ciudadanos que eviten utilizar medicamentos para el resfriado y congestión nasal que contengan pseudoefedrina, por la posibilidad de accidentes cerebrovasculares o infartos de miocardio, independientemente de la dosis y la duración del tratamiento. Aunque el riesgo, añaden piadosamente, sea bajo. Proponen otros remedios: Mucha agua, paracetamol, pañuelos de papel y lavarse las manos con frecuencia.

En España, ese grupo de fármacos comprende una treintena de medicamentos, el Frenadol, Gelocatil o Cinfatós, entre ellos. Consulte al farmacéutico.

‘Operación Leonor’ Emocionaba ver el martes a los regios padres contemplando alborozados la principesca plática. A mí me ocurrió lo mismo cuando mi hija sacó, con su esfuerzo, la oposición a profesora de instituto. Ella trabaja en su destino. Yo espero que la joven debutante no lo haga nunca, al menos, en esa caduca, inútil y opaca institución.

Hoy domingo Pochas de Abarzuza. Bacalao rebozado con pimientos del piquillo Iturri de Arróniz (Navarra), enclave irredento de feroces requetés, cuna de buen aceite, roscos y polvorones, regalo de una lectora bienhechora. Castañas cocidas con anís. Vino rosado Homenaje de Olite. Agua del Añarbe. Café y petit fours.