ice la teoría que es la edad la que te hace más cascarrabias y yo creo que lo que pasa, a medida que se te pasa el arroz, es que dejas de entender buena parte de lo que hacen y piensan las generaciones venideras. Y eso es duro de digerir. Cuando Jabo Irureta entrenaba a la Real, hace ya 25 años, me hacía el ofendido cuando dejaba en el banquilllo a Andoni Imaz, Javi Gracia o Yaw Acheampong. Era mi propio circo y me gustaba el papel de protagonista. También me gustaba provocar, la verdad. Incluso cuando nos vestíamos nosotros de corto. Si un compañero auguraba un partido igualado, yo insistía en que íbamos a ganar sin despeinarnos. Solo por chinchar. Otro día me despaché a un examiguete con un solo epíteto y fue la última palabra que cruzamos. Ahora, sin embargo, intento opinar menos de los demás, al menos en público (mejor no escuchen en la intimidad). Por eso escribo tanto de mí aquí. El chip me lo cambió un lector que me envió una carta manuscrita al periódico, ofendido por mi "soez" lenguaje en esta misma columna. Le molestó especialmente el término "morcillona", demasiado explícito. Ni siquiera me metía con él. Le llamé, hablamos, y nos pedimos disculpas. Por Twitter nos habríamos insultado y/o bloqueado. A ver si con el dichoso apagón eléctrico sacamos algo bueno.