l ordenador se ha bloqueado y hay que reiniciar el programa. Hay un fallo de sistema y la palabra clave para reactivarlo es "convivencia". Está dicho de forma muy esquemática, pero así vendió ayer Pedro Sánchez en un lugar tan emblemático como el Liceo de Barcelona su decisión de indultar a los presos del procés. Luego vino la resolución de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa pidiendo lo mismo y más cosas que no dejan en buen lugar a la justicia española y la fecha elegida por Moncloa para anunciar su medida de gracia se entiende mejor. Pero no es momento de afear la decisión, que no está exenta de riesgos y que aunque parece tomada desde una renovada fortaleza, el contexto puede cambiar y volverse contra él. Lo que cabría pedir a Sánchez es mayor audacia aún y hacer extensivo el indulto a los exiliados en Waterloo si su propósito de sumar a "millones de catalanes" a la nueva convivencia es sincero. Con esa parte de la política catalana condenada al destierro costará lograrlo. Y luego está el camino a recorrer, el contenido del diálogo para que haya avances, aunque el resultado no sea del todo satisfactorio para nadie. Ayer, Sánchez lo constreñía el camino a la legalidad del pacto constitucional, una senda que ya hemos visto a dónde conduce.