ríticas muy gruesas se han vuelto a oír desde las filas de la izquierda abertzale contra la Ertzaintza a raíz de los incidentes registrados el miércoles en la Parte Vieja de Donostia. Declaraciones que ponen toda la carga de la culpa sobre los cuerpos policiales e ignoran los graves incidentes provocados por grupos de jóvenes en medio de un clima de incumplimiento flagrante de las normas anticontagio. Lo ocurrido el día de San Sebastián ha sido triste y lamentable, tal y como ha resumido el alcalde Eneko Goia. Para muchos ciudadanos ha sido como regresar al pasado, evocando escenas y situaciones con las que convivimos durante décadas y que creíamos olvidadas. Dice EH Bildu que en la Ertzaintza todavía hay "tics del pasado" que le llevan a actuar de forma desproporcionada, como si nada hubiera cambiado, pero es la propia EH Bildu la que rescata de su antiguo manual el discurso antirrepresivo y antipolicial, seguramente, para taponar el boquete que se le ha abierto en el mundo juvenil por la configuración a su izquierda de un movimiento todavía incipiente pero cada vez más potente y contrario a la homologación democrática. La pelota está en el tejado de la izquierda abertzale para desprenderse de esa carga que provoca que afloren sus tics del pasado.