ivimos una era de extremos en la que conviven ideas brillantes y meteduras de pata siderales, cuando no actitudes casi homicidas por poco solidarias. En estos tiempos conocemos noticias que nos hacen creer un poco más en la humanidad para pasar página y pensar lo contrario, que vamos directos al abismo. Pongamos dos ejemplos. Empecemos por la mala noticia o la más loca, que ha sucedido en Tomtor, pueblo de la república de Sajá-Yakutia, en Rusia. Pues en dicho municipio siete personas, ni más ni menos, han muerto y dos más están en coma por ingerir gel hidroalcohólico cuando se acabaron las bebidas. El nombre, por lo que se ve, les llevó a error y pensaron: si no hay vodka, bueno es el gel y con unos hielos, mejor. Resumiendo la historia, que se murieron. Nada que añadir, la estupidez humana elevada a la enésima potencia. La buena noticia: Escocia ofrecerá de forma gratuita tampones y compresas en determinados lugares públicos, como centros comunitarios, clubes juveniles o farmacias. Es el primer país en el mundo que aprueba, y por unanimidad, un proyecto de ley en este sentido, el sentido común, para actuar contra la pobreza menstrual. Medidas así en época de crisis son más necesarias que nunca, porque si no llega para pan, menos para tampones.