ómo son estos políticos que van y de pronto prohíben que te fumen a la cara a menos de dos metros de distancia porque el dichoso COVID con el humo viaja más lejos y se vuelve más contagioso. Un juez de Madrid ya ha prohibido prohibir fumar en esta comunidad, tres verbos infinitivos de carrerilla para que no se elimine la libertad de los fumadores para fumarle a la cara a quien quieran siempre que no se decrete un estado de alarma. Da igual que los expertos alerten de que incluso al aire libre habría que dejar una distancia mínima de cinco metros entre el fumador y las personas que tiene alrededor para evitar riesgos. El señor magistrado ha devuelto a toda prisa ese valioso derecho fundamental que permite a los fumadores fumarte a la cara porque estáis al aire libre, como si corriera mucho el aire entre dos personas a tan corta distancia. Supongo que la educación no es fácil de legislar y si es cierto aquello de que el derecho de uno acaba donde empieza el del otro, lo de que te fumen en la cara debería estar prohibido, con o sin coronavirus y con o sin estado de alarma, porque va más allá de una cuestión de educación, es ya sanitaria y del derecho de una persona a no tragarse el humo de otro por estar a su lado en un parque o en la misma cola para coger un taxi o un bus.