Presidente de los Estados Unidos y candidato a la reelección a pesar de haber acreditado descomunales lagunas cognitivas: Me apresuro a subrayar que si ahora está en entredicho no es por una cuestión de edad. Conozco a decenas de personas de 81 años que podrían correr una maratón, rayar a gran altura en un campeonato de ajedrez o participar un rico debate sobre la materia que sea menester. Por desgracia, me temo que lo suyo no va por ahí. Simple y llanamente, como les ocurre incluso a otras personas más jóvenes que usted, es obvio que ha sido presa de una degeneración cognitiva que le hace cometer groseros errores en público, como dar por vivo a Miterrand, confundir Egipto con México o hablar de Hamás como “la oposición”. Y los que vendrán. La responsabilidad, apunto, no es suya sino de su partido