Luis Ventoso, a la sazón subdirector del diario El Debate, es un todólogo pardo que no pierde la oportunidad de lanzar descuajeringantes teorías sobre los usos y costumbres de esta parte del mundo. Por ejemplo, teoriza así sobre el idioma: "También nos hemos inventado un idioma de laboratorio, el batua, creado porque se daba el problemilla de que las variedades dialectales del vasco, una lengua rural, eran tan acusadas que a veces unos hablantes apenas se entendían con los de otros valles o comarcas". Y luego está lo de los nombres: "Por eso tantos hijos e hijas de sorianos, lucenses o palentinos se llaman Mikel Pérez, o Agurtxane Gutiérrez, o Eneko Piñeiro, no vaya a ser que se les note que son de fuera". Otro para Euskaltzaindia.