l Partido Popular está demostrando cada día que no está a la altura de una organización política responsable y con visión de Estado y que pretende ser alternativa de gobierno, ante el enorme desafío que supone la superación de la pandemia y la recuperación de la crisis ocasionada por el covid. La última decisión de llevar a los tribunales el reparto de fondos europeos adicionales para la promoción del empleo concedidos a cuatro comunidades autónomas -la CAV, Nafarroa, Comunidad Valenciana y Extremadura- es una muestra más de la sucia estrategia adoptada por los populares por intereses puramente electoralistas. Judicializar el gran instrumento aprobado y dotado por Bruselas con el que, al igual que en el resto de la UE, van a contar el Estado y las diferentes comunidades para paliar los efectos de la pandemia y abordar la necesaria transformación de la economía es desleal y perjudicial no ya para el Gobierno de Pedro Sánchez, sino para el conjunto de la ciudadanía. En primer lugar, el recurso ante el Tribunal Supremo anunciado por Madrid y que secundan el resto de barones del PP y el propio presidente de la formación, Pablo Casado, parte de una premisa falsa fácilmente comprobable. No es ya solo que se trate de una partida ínfima equivalente en total al 0,08% de los fondos repartidos a las autonomías sino que esos 9 millones de euros están destinados a dotar proyectos piloto para el fomento del empleo presentados por las comunidades bajo criterios plenamente objetivos fijados por Europa. Y que, como es obligado, cumplen plenamente los requisitos y serán objeto de control y evaluación por parte de la UE. El paso dado por el PP extiende la sombra de la duda a nivel internacional sobre el Estado español en un asunto muy sensible. No se compadece esta actitud con las sobreactuadas críticas de los populares al ministro Alberto Garzón de perjudicar la marca España en el extranjero mientras siembra la desconfianza internacional sobre la gestión de los fondos europeos. Por lo que respecta a la CAV, tal y como señaló ayer el lehendakari, se han recibido un 3,5% de los fondos, cuando según lo establecido en el Concierto el porcentaje -ya obsoleto- debería ser el 6,24%. El PP debe abandonar esta estrategia electoralista y cada vez más populista encabezada por Díaz Ayuso -que una vez más se erige en líder con Casado a su sombra- y arrimar el hombro en beneficio de la ciudadanía.