Lo mataron, Arnaldo, lo mataron
Lo mataron, Arnaldo, lo mataron twitter.com/ArnaldoOtegi
Otegi se pasó con su comparación el lunes: “Tal día como hoy de 1964, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz por ejercer la desobediencia activa y pacífica. En el Estado español sería acusado de rebelión y sedición”. Tal vez el líder de Bildu olvidó que a Martin Luther lo mataron por pensar diferente y por ser precisamente un hombre de paz, como ETA asesinó (y secuestró) a muchos en Euskadi que decidieron optar por vías democráticas y pacíficas y por pensar diferente. Por un lado va la inhabilitación política y por otro, la inhabilitación moral, que suele ser para siempre.
Rodríguez toma por tontos a sus votantes twitter.com/arkarodriguez
Otegi intenta colarnos sus ocurrencias vía Twitter y le sale mal porque solo sus convencidos o los muy necesitados se las creen. Peor me parece, porque es pecado capital, lo que hace Arkaitz Rodríguez, que trata a los suyos como si no tuvieran capacidad crítica o de informarse y cree que tiene una masa de seguidores infantil al intentar colar que el lehendakari ha hablado de ETA mientras se dictaba la sentencia del procés cuando en el mismo Teleberri han visto sus votantes, hemos visto todos, que ha hablado del procés y de ETA, de ambas cosas. Como dicen Ortuzar y Mendia, Bildu va marcha atrás.
Guardiola, siempre en mi equipo twitter.com/tsunami_dem
En las antípodas ideológicas y morales de Otegi y, sobre todo, de Arkaitz Rodríguez, se sitúa Pep Guardiola. Uno de los mejores entrenadores de fútbol del mundo se presta a meterse en un lío para encabezar ese “tsunami democrático” que no solo va de catalanes, va de democracia más básica y de derechos fundamentales de la ciudadanía. Él, que ha amasado millones y buena reputación, sigue luciendo el lazo amarillo y explicando a quien tenga que hacerlo cuál es su causa. Guardiola es más peligroso para España que todos los que se dicen amigos de los catalanes y les usan para lavar su imagen.