Desde niño te lo enseñan: sobre eldinero, no se pregunta. Inclusocuestiones que toquen el tema desoslayo, como cuánto has pagado por uncoche, van con la coletilla previa de “si no esmucho preguntar”. Así, el humorista DavidBroncano ha hecho famosa su pregunta a susentrevistados sobre cuánto dinero tienenporque, siendo honestos, quizás por ser untabú, el tema nos interesa. Hemos podidosaciar ese morbo, en parte, gracias a losdatos que el INE publicó sobre la renta mediade los hogares por municipios. Gipuzkoa nosale mal parada. Ya lo intuíamos. En cabezade la lista están los que podríamos llamar elequipo A porque sus nombres empiezan porA como Arama, Albiztur o Abaltzisketa aunque, ¡cuidado! que es renta media, luego, sivarios vecinos tienen unos ingresos de aúpa,tu barrio saldrá más alto de lo que realmentees. Además, es la renta de los que allí resideny no la riqueza que en ese pueblo se genera.Así que, veo algo peligroso hablar de pueblosricos y pueblos pobres con esos datos. Seríaaún peor darle toda la importancia a la rentay la riqueza. Tener dinero es vital para unafamilia y también para Gipuzkoa, pero niuna familia ni un territorio aportan bienestara sus miembros solo con tenerlo. Gipuzkoaha conseguido mucho, también esa riquezaque sale en los datos, por su compromiso conideas básicas como la de intentar no dejar anadie atrás. Al igual que en la famosa seriede los 80 El equipo A sabíamos que todo eraficción, una Gipuzkoa que se mida a sí misma solo en euros también lo sería. Por eso,además de lo que producimos y cómo seredistribuye vía impuestos, son vitales laspolíticas sociales y las redes de solidaridadque tejemos. Una sociedad que aspira al bienestar para todos debe mirarse en el espejode los apoyos que ofrece a los que en peorescondiciones están. Por eso, más que laGipuzkoa de la A preferiría la de la inclusión.