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Probando fortuna

la 1 se ha sumado a la competición por el prime time, donde se encuentra el mayor caladero de televidentes para capturarlos y después explotarlos comercialmente, que el negocio es el negocio y para ello ha echado mano de una cuajada presentadora, Raquel Sánchez Silva, que se ha lanzado a la piscina con un formato conocido y probado con éxito en otras cadenas, y que lleva por título el insípido y soso reclamo de Lo siguiente, que a tenor de lo visto en la noche del pasado lunes, puede funcionar y eso que el invitado de la ocasión, Paco León, no tuvo su mejor noche televisiva, punto cohibido y frenado, ante una Raquel poderosa, transmitiendo empatía y con ganas de hacerse un hueco en la importante franja horaria. El formato desarrollado en base a una entrevista en distintas situaciones a lo largo del espacio, en el que acompañan a Sánchez Silva, varias colaboradoras que animan el paso del tiempo y le dan ritmo a las secciones del programa. La presentadora organiza una entrevista de varias maneras, sentados, de pie, bailando, en un ejercicio de manejo del entrevistado que puede consolidarse como modelo, como El hormiguero, que domina la franja con autoridad y números de audiencias millonarias. Secciones, como Historias de la tele con Carolina Iglesias, el método de Marta o las intervenciones de Valeria Ros, excelente momento televisivo entrevistando tumbadas ambas, a Anna Rodríguez, esposa de Paco León, son recursos para dinamizar la marcha del programa, y que Raquel y sus guionistas deben explotar de lunes a jueves, a las diez de la noche. Ver a personajes del ayer televisivo como Mercedes Milá, Carmen Maura o Ramoncín vistos hace treinta años es un modo eficaz de darnos el pasado de la tele que nos acompañó en otros tiempos de nuestra vida. En un estudio/plató moderno, luminoso y barroco se desarrolló el primer número que no rozo el cielo del éxito, pero tampoco se hundió en las profundidades del fracaso, que a veces ocurre. Pistoletazo de salida. A competir.