El Marqués de Altamira e Hiruntchiverry están sentados en el pequeño comedor del Bed & breakfast de Edimburgo, fuera el viento y la lluvia controlan la calle, los dos solos se enfrentan al zumo de naranja amarillo, a los huevos revueltos incoloros, al bacon seco, a las salchichas más secas todavía y al té humeante, mientras sus amigos Aristide Labarthe y el Barón de la Florida, que han venido con sus mujeres, siguen durmiendo.

-¿Qué pasa en el Biarritz Olympique? -pregunta el Marqués, después de acabar el líquido amarillo-. Parece que las navajas están en las manos.

Hiruntchiverry mira hacia la puerta antes de hablar y dice:

-Los capitalistas están tomando posiciones en esta primera fase para estar bien colocados en las siguientes fases.

-¿Cuál es la segunda fase?

-El primer equipo pasará a ser el equipo del País Vasco y abandonará la referencia local, luego, en una tercera fase, los patrocinadores y los capitalistas privados de todo el País Vasco pondrán su apoyo exclusivamente en este equipo nuevo.

-Pero, así el Aviron Bayonnais dependerá solo del apoyo del Ayuntamiento de Bayona.

-Ante los hechos consumados, los ayuntamientos y las demás instituciones solo subvencionarán al nuevo equipo profesional del País Vasco y los viejos equipos profesionales desaparecerán.

-¿Dónde jugará ese nuevo equipo?

-Acabará jugando en el nuevo estadio que sustituirá al actual Jean Dauger.

-¿Y Aristide lo sabe?

-Supongo que todo el mundo sabe lo que va a pasar más o menos pero?