De la épica al ‘porsiaca’
De la épica al ‘porsiaca’
twitter.com/GINER
El silencio de Carles Puigdemont en el Parlament ayer fue lo de menos. El president se ha quedado fuera de foco por decisión propia: ni diálogo en el Senado, ni anuncio de elecciones, ni Declaración Unilateral de Independencia... y todo con retrasos constantes que, se pongan como se pongan, afecta negativamente a la imagen de seriedad de este procés. Su futuro ahora es incierto: lo mismo puede ir a la cárcel y ser alzado a la categoría de mártir que ser arrinconado en las próximas elecciones.
Rajoy sí tiene un plan
twitter.com/abarceloh25
Pese a la DUI, Mariano Rajoy casi siempre va a ganar la mano a Carles Puigdemont porque tiene un plan. Lo ha anunciado, se ha ratificado en él en público y en privado (su enroque dinamitó la convocatoria de elecciones) y lo ha consumado entre aplausos de los suyos. Y ahí es donde me detengo: en esas ovaciones que recibía Rajoy y que han criticado Jorge Bustos o Àngels Barceló. La bancada del Partido Popular convertía una decisión políticamente trágica y dudosamente democrática en una imperdonable fiesta.
Pero, ¿qué aplaudían?
twitter.com/PP_JavierArenas
La bancada del Partido Popular aplaudía que Mariano Rajoy estaba ganando en el Senado las próximas elecciones generales. Y que lo estaba haciendo en la semana en la que una fiscal ha concluido que el tesorero del PP repartía entre altos cargos el mucho dinero que donaban sin declarar las empresas receptoras de obra pública. Javier Arenas, uno de los que más habría recibido según los papeles de Bárcenas, tuiteaba ayer que Rajoy era “garantía de legalidad”. Ver para creer. Para él ha sido garantía, sí, pero de cobro.