¡Liberad a Piolín!
¡Liberad a Piolín! twitter.com/xavier_torrens
La imagen actual de España es la Guardia Civil saliendo de los cuarteles con destino a Catalunya jaleada por amigos y compañeros que gritan: “¡A por ellos!”, y cuando llegan a Barcelona acaban alojados en un barco con Piolín y Silvestre pintados a tamaño gigante. Para colmo del sainete, el Ministerio del Interior intenta tapar con lona la decoración... ¡Y no lo logra! De hecho, lo único que consiguen entre todos es alcanzar una gran cota de ridículo que tiene perfecto reflejo en las redes sociales.
¿Por qué pensamos eso? twitter.com/Arma_pollo
Cuando desde la cuenta Armando el Pollo (46.900 seguidores) tuitearon: “¿Qué probabilidad creéis que hay de que en el futuro descubramos que alguien se llevó una comisión por contratar el barco de Piolín?”, lo único que hizo fue poner en negro sobre blanco lo que no pocos pensamos. ¿Por qué? Pues porque este Gobierno español (y los anteriores) nos tienen acostumbrados a mercadear incluso con lo que más en serio se toman, víctimas de ETA incluidas, y en Catalunya no iban a hacer una excepción.
Cambio dos Évoles por media Otero twitter.com/julia_otero
Carles Puigdemont se equivocó cuando aceptó conceder una entrevista a Jordi Évole, que siempre graba y edita convenientemente (convenientemente para Évole, claro) su trabajo. También es cierto que el president se arriesgó a estar con el entrevistador televisivo catalán más de moda hoy. Por desgracia, atrás quedan periodistas como Julia Otero, que sigue poniendo seny a esta escalada española, como cuando critica la convocatoria de jura de bandera civil en Madrid precisamente el 1-O.