Pablo Hásel la lía de nuevo

El rapero Pablo Hásel, más conocido por su afición a mear fuera del tiesto que por su carrera musical, ha vuelto a colocarse en el ojo del huracán con un polémico tuit en el que califica de “carcelero torturador” al exfuncionario de prisiones Ortega Lara. La querencia de este muchacho por la polémica y la ofensa se está convirtiendo en norma. Sus conductas y actitudes son reprobables, pero sobre la mesa se encuentra la libertad de expresión, que no debería admitir dobleces ni considerar tendencias políticas.

El poder de Twitter twitter.com/vigalondo

El cineasta Nacho Vigalondo critica irónicamente en Twitter el enfoque que le dan en El País a su reciente entrevista. La comunicación a través de esta red social es tan inmediata que el reproche no languidece sino que se amplifica. El poder ya no está solo en manos del gran medio, muchos personajes públicos tienen más seguidores que la suma de todos los lectores de prensa. Así que al famoso axioma periodístico “que la verdad no te estropee un buen titular”, le podríamos añadir: “Que vendrá Twitter y lo enmendará”.

Nerviosismo en el PDeCAt elplural.com

Las aguas bajan revueltas en el Partido Demócrata de Catalunya. Tras la destitución del conseller de Empresa i Ocupació Jordi Baiget por mostrar sus dudas sobre la viabilidad del referéndum, Francesc Homs ha mostrado en Twitter muy gráficamente su disconformidad con la medida. Un emoticono con forma de huevo señala hasta qué parte de su anatomía está tras el cese fulminante de Baiget. El nerviosismo cunde en la formación catalana, cuyo futuro es incierto a tenor de las últimas encuestas.