Estamos en plena primavera televisiva a escasas jornadas de la final del Festival de la Canción de Eurovisión que se celebrará en Kiev este sábado y en el que además de Israel también participa Australia, demostrando así su ambición planetaria. Este año puede que la incertidumbre sobre quién será su ganador quede en un segundo plano ya que ha hablado el nuevo oráculo: Google. Según el buscador más conocido del mundo y una vez que han analizado minuciosamente las búsquedas que de las canciones, resulta que la ganadora va a ser la representante francesa que presentará en Ucrania la canción Réquiem, en este recuento clandestino dicen que será seguida muy de cerca por la que todos dan como favorita: la canción Occidentali’s karma del italiano Francesco Gabbani. Como último clasificado Google anota que será Serbia y al representante de TVE lo sitúa en la 18ª posición, algo que ha hecho respirar a más de uno. Pero no me digan que no da un poco de miedo esto de que se analicen tanto nuestras búsquedas por Internet porque nunca se sabe hasta qué punto esto nos rebotará algún día sobre nuestro prestigio o nuestro curriculum. Digamos que no estamos a salvo de que alguien algún día nos restriegue por la cara la de veces que hemos visitados determinadas páginas. Lo que consideramos algo íntimo como es la búsqueda de información o aficiones, cada día está más cerca de ser un acto público por la cantidad de compañías que pueden hacerse con esa información. Los contratos de privacidad brillan por su ausencia en este universo Internet donde somos estrellas visibles para los que puedan pagarlo. Nuestros perfiles estarán al alcance de cualquier telescopio con apenas echarle una moneda, como aquellos catalejos que utilizaban los pudientes para ver los barcos que colocaban en las paseos marítimos. Si entran en Internet hagan el favor de pinchar en Serbia para ver si les damos por lo menos una sorpresa.
