Ahora, (a por) Macron twitter.com/EmmanuelMacron
Una vez certificada la derrota de Marine Le Pen y, con ella, la del fascismo con piel de cordero, ha llagado el momento de hablar de Emmanuel Macron. Y lo haremos como de cualquier otro jefe de Estado elegido democráticamente. Este, además, con un ideario liberal y pasado de gran bancario que, para el que escribe, restan. Tampoco me gustan los personajes políticos, como él, emergidos desde otros partidos con proyectos puramente personalistas. A partir de ahora, veremos y escribiremos.
Silencio: opinan las estrellas del Twitter twitter.com
Algunos mantienen el anonimato en Twitter porque a cara descubierta tanta soberbia les sonrojaría hasta a ellos mismos. Le pasa a Eterno Primavera, que embauca a casi 50.000 seguidores con tuits como: “A los que ven a Macron como salvación recordarles que en Europa está matando mil veces más el liberalismo y la austeridad que el fascismo”. Uno que sí daba la cara era Javier Gallego Crudo: “Francia camina por la fina línea entre el fascismo ideológico y el fascismo económico”. Pero luego borró el tuit.
Los ‘frikis’ también son fascistas twitter.com
Es fácil: se es antifascista o no se es. No es antifascista Jorge Verstrynge, que tuvo el cuajo de decir en La Sexta, desde la sede del Frente Nacional, donde siguió la noche electoral: “Si el Frente Nacional es fascista, lo sabré yo que lo he sido, y te digo que no lo es”. Tampoco lo es Enrique de Diego, “presidente de Plataforma de las Clases Medias”, un habitual de los desbarros que no dudaba en insultar a Macron por “estéril”. Ni Lagarder Danciu, que criticaba calibradamente por igual a un candidato fascista y a otro que no lo era.