la aparición de la fórmula El club de la comedia supuso un éxito de audiencia y de refrescamiento de las parrillas televisivas que encontraron en el género monólogo una cantera de la que surgieron actores, comediantes y variado personal que supieron aprovechar la ola de popularidad y éxito que los lanzó a la fama mediática, con señeros nombres como Verónica Forqué, Carmen Machi o Alexandra Jiménez hasta Dani Rovira, Santi Millán o Leo Harlem, todos ellos desnudos en un escenario vacío como cristianos en el foso de los leones. El inefable José Miguel Contreras, uno de los nombres más señalados de la tele de los últimos treinta años, creador de Médico de familia con Emilio Aragón y Belén Rueda, puso en marcha este club de comediantes (1999) basándose en lo que los americanos llaman stand up comedy y que basa el éxito de cada aparición en un excelente guion, encarnadura interpretativa y conexión con aplaudidor público que llena la sala de teatro, convertida en excelente plató por el que circulan cámaras sin alteración del ritmo y contenidos de los distintos planos que recogen las historietas de los cómicos de turno. Una excelente presentación, en sus inicios, encomendada entre otros profesionales a Eva Hache, violentamente cesada por la cadena por sus ronroneos con la competencia, y ahora ya sustituida por Ana Morgade, que aportará descaro, presencia actoral y buen hacer. El club de la comedia nutre la parrilla de La Sexta, así como largas horas de Neox, donde se puede contemplar sketches históricos de un producto que sigue proporcionando buenas rentas vitalicias, al repetirse con generosa frecuencia, con temas que casi nunca pierden actualidad y son eternos materiales del trajín cómico de las gentes del show business, del arte de Talía, de la Farándula. Así que, larga vida a El club de la comedia y que ustedes lo disfruten.