Dice Mariano Rajoy que su mayor error fue “salvar La Sexta” por dejar que se uniera al proyecto de Antena 3 vinculada al grupo Planeta. De repente, se olvidó de otras decisiones que han significado la mayor mentira de un gobernante en las últimas décadas. Nada tuvo que ver que hubiera desligado las pensiones del IPC y estas fueron cayendo. También le entró la amnesia al no recordar que en campaña prometió que no subiría los impuestos y lo hizo aunque lo llamara “recargo temporal de solidaridad” y lo repercutiera en el ahorro de los ciudadanos menos afortunados. También mintió cuando en uno de sus alardes de buen gobernante subió el IVA al 21% metiendo la mano en los bolsillos de todos los consumidores. Pero ahora, echando la vista atrás, lo que le jode a Rajoy es no haber dejado que La Sexta se hundiera como uno más de los 5 millones de parados. Entonces, es posible que se le criticara mucho menos por abaratar el despido y convertir la indemnización en una compensación ridícula. No. Sus males vienen de que en un medio de comunicación alguien critique su manera de privatizar las sanidad o sus recortes en la educación y que sirva de medio para que nuevos partidos salgan a la palestra. Va a ser que si Rajoy hubiera cerrado La Sexta, sus decisiones no lo convertirían en el gobernante peor valorado de todos los tiempos. Va a ser que sí, Rajoy. Que todo esto te pasa por no haber matao al mensajero.