“carpe momentum” -nos dice el Marqués de Altamira a la salida del tanatorio donde nos hemos ido reuniendo-, “que el árbitro de la vida no ordena volver a empezar la jugada donde estábamos antes”.
-“El balón de la vida se juega aquí y ahora, sí y no se puede rectificar lo que ha pasado”- completa el Barón de La Florida que ha sido el último en llegar y el primero en salir-, “aunque se puede contar distinto”.
- “En realidad es lo que hacemos siempre, nos repetimos las mismas viejas historias” -interviene Hiruntchiverry jugando con el casco de la moto como si fuera un balón-, “pero cada vez nos las mentimos mejor y nos creemos más la última versión, como no hay vídeos”.
- “Pues a mí ya me gustaría cambiar algunos terceros tiempos de la historia de mi hígado” -dice Galtzagorri que se había quedado dentro despidiendo a la viuda-, “pero solo por las secuelas, no por lo que pasó en ellos o lo que creo que pasó”.
- “Intentar rectificar la historia” -dice el Barón de La Florida-, “es lo que lleva a más guerras. Un barrio de la humanidad quiere recuperar el sitio que cree que la historia le quitó y empieza a tiros con los vecinos”.
-“¡Y eso no lo arregla la Copa del Mundo!” -Galtzagorri es de la teoría que el Torneo de las VI Naciones ha sustituido a las guerras europeas-. “Sin embargo creo que me gustaría a mí rectificar lo que pasó después de aquella final contra los de Valencia”.
- “¿Cuándo intentaste nadar en la pecera de la entrada de la discoteca? ¿Qué más pasó?
- “¡Que le toqué una teta a una pasaitarra!” -añade compungido el aludido-.
- “Que ahora es tu mujer” -recordamos todos a la vez-.
-”¡Y la hermana de mi cuñado, del pelma de mi cuñado!”