el fin de semana en que ha acabado el Torneo de las VI Naciones con la emocionante victoria final de Irlanda seguida de Inglaterra, ha servido para que los rugbiers del mundo vertieran unas lágrimas, con cierto amargo sabor como de cerveza, por la retirada de BOD, que ya ocupa su lugar reservado en el santoral irlandés junto a Saint Patrick. También sirvió para que el vídeo arbitraje en su concepción más reciente sentara su evidente necesidad. Empezando por el último partido, Francia marcó un ensayo que daba la vuelta al marcador, hasta entonces a favor de Irlanda, en los últimos minutos, para desesperación de los seguidores del verde trébol y alegría para los que tienen una rosa en su corazón, una rápida visión de la jugada hizo al equipo arbitral anular el ensayo por un pase adelantado previo. A pesar de la trascendencia de la decisión no se perdió apenas tiempo y la repetición previa a la elección definitiva, vista en el campo y en las televisiones, ha evitado polémicas. En el partido anterior, Gales contra Escocia, se aplicó la nueva regla que permite al árbitro de campo juzgar por las imágenes de los marcadores y así convirtió una tarjeta amarilla de expulsión temporal en una roja de expulsión definitiva. Esto es, el árbitro rectificó una decisión al advertir de su primer error, rectificaciones que el reglamento permite y que se pueden basar en las mismas imágenes que ven los espectadores y que se graban desde ángulos distintos a los que el árbitro no tendría acceso. Y todo en un breve espacio de tiempo, sin protestas de jugadores, técnicos o espectadores, como es lo normal.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
