-Irun también -le contesto- y tienes razón. Pero tampoco escribo mucho sobre los equipos donostiarras, a pesar de que ahí siguen defendiendo su nicho de mercado. No tengo remedio, me pongo delante del folio en blanco y me asalta la imagen de la última ajustada victoria del Ordizia o, a lo peor, la de la borrachera de los jugadores del Aviron.
- Pues hay que hablar más de esos valores del rugby del terruño, de esas ligas de fortuna que se juegan por el sur de Euskadi en todas las categorías, con sacrificios familiares increíbles para jugadores, entrenadores...
-¡Y árbitros! Admiro a los árbitros, que se pasan su descanso semanal corriendo desde Baztan hasta La Rioja para que se puedan jugar los 16 partidos de cada fin de semana.
-De todas maneras en rugby nuestros árbitros son unos afortunados, por el respeto que les mostramos los pocos espectadores en esos partidos.
-Pero tú vas mucho a Ipurua.
-Es que los de Eibar somos tan atrevidos como humildes y hasta en el fútbol tenemos señorío. A ver qué escribes esta semana.