parece que en Telemadrid tiran a dar. Me refiero al programa Zoom, en el que no hace mucho decían perrerías de la política lingüística de Cataluña. Ahora dicen que, en ocasiones, las series que ponen algunas cadenas nos intentan adoctrinar. Qué miedo da escucharlo y más si quien pronuncia la frase lo hace con la voz del niño de El sexto sentido. Según esta misma voz de ultratumba que sale en el programa madrileño, hay series como 7 vidas, Física o Química que practican un "adoctrinamiento silencioso". Pensándolo bien, más que voz del niño quien dice eso debería situarse dentro de un confesionario de la postguerra, donde todo era pecado. Alguno pensara que esta crítica tampoco es para tanto, pero da la casualidad de que este mismo programa no hace mucho que comparó a Arthur Mas con Stalin y Hitler, algo que nos imaginamos no habrá hecho ninguna gracia, digo yo, a los familiares de estos últimos. Si a estas alturas comenzamos a ver fantasmas incluso en series que manejan el sentido del humor, apaga y vámonos. Los Simpson nos aleccionan sobre lo peor de la sociedad americana y se sobreentiende una linea argumental que el espectador debe cruzar con el fin de divertirse, no para tomar ejemplo del talante de estos personajes.

Algo peor que los adoctrinamientos comienzan a ser los diálogos de la última entrega de Águila roja. Sus licencias históricas siempre fueron de traca pero los diálogos de los personajes anticipando lo que va a pasar en cada momento o asegurando lo malo o cobarde que es alguien, la convierten en una serie de pacotilla. En detalles como este se nota que le han metido las tijeras. El resultado es pobre y repetitivo. Ya lo dijo Homer Simpson a la pequeña Lisa cuando describía algo que se veía en la serie. "¿Quién eres tú, el narrador?".