eN el espacio entre temporadas, Euskarians vuelve a la actualidad rugbística vasca: Hay un nuevo equipo en su cabeza de este lado de la muga que pretende dar el impulso definitivo a un proyecto ilusionante para los rugbilaris.
Hace más de un siglo que el rugby se instaló con fuerza en el norte, donde su desarrollo es indudable, mientras que en este lado su primo del balón redondo ha crecido tanto que apenas deja espacio para que alcance un mínimo vital, un mínimo muy digno por cierto. Desde un principio los adeptos al oval acudieron para mantenerlo en juego a los hermanos del otro lado de manera más o menos organizada y en unas relaciones que pueden ser calificadas de innumerables maneras pero que hasta ahora no han servido para mucho positivo. Sin embargo, hay que descubrirse la cabeza ante la constancia de quienes queman sus energías en intentar aprovechar las sinergias que pueden derivarse de unos valores deportivos comunes y de una cultura común en tantos aspectos. Por eso nos alegramos cada vez que vemos asomar por el horizonte deportivo las selecciones vascas que Euskarians consigue formar con jóvenes de ambos lados para disputar partidos en todas las categorías. Este fin de semana se celebra en Madrid el primer congreso nacional del rugby y eso nos hace pensar en lo que nos queda para que el rugby vasco se reúna para hacerse unas cuantas preguntas y sobre todo, y ahí puede estar el papel de Euskarians, para hallar respuestas.