ordizia se va a desplazar el domingo a Santander, como hace un año lo hizo a Palencia, con el objetivo de ganar un partido de rugby que es a la vez la final de la Copa -un amigo me dice desde su altura y barba-, pero es esencialmente un partido, aunque sea "el partido".
Quien lo dice, solía utilizar el rugby como metáfora para la empresa en sus charlas -actualmente su actividad ha desaparecido prácticamente como consecuencia de los recortes-. Colijo en su tono un cierto reproche hacia los juntaletras, como nos llama a los que semanalmente hacemos el contenido de estas páginas deportivas. No es la primera vez que nos achaca meter presión a quienes saltan al terreno, a pesar de que uno tiene otra percepción del alcance de sus columnas.
Ordizia jugó el año pasado dos finales, contra los dos equipos de Valladolid y perdió precisamente la que jugó, como este domingo, contra el VRAC pero yo creo que aquella derrota le puede servir en la convicción colectiva de que va a ganar su partido el domingo, de que va a alcanzar el objetivo marcado con la preparación en las mejores condiciones posibles. No hace falta que se les recuerde a los jugadores todo el rato que es una final, un título, una copa... ante todo, son 80 minutos de rugby.
Y se aleja sudando por el Paseo del Infarto con su trotecillo deportivo hasta donde el colesterol y los michelines se lo permitan, supongo. Yo corro, igual de ridículo o más, traje y corbata bajo la lluvia de primavera, a preparar el fin de semana santanderino.