La productora de televisión Tinta China ha colgado en Internet una llamada de atención a todos los que se consideren piquitos de oro porque pretende montar un programa televisivo con la oratoria, el debate y la fuerza de convicción como ejes temáticos de la producción. Es una llamada de convocatoria para un casting que se celebrará el próximo septiembre en Barcelona y Madrid y que busca concursantes capaces de vender arena en el desierto. A falta de conocer mecánica y detalles del programa, se puede adelantar que la idea de descubrir a jóvenes valores de la oratoria no deja de llamar la atención en un país donde la discusión, debate, incendio verbal se prodigan todos los días con políticos, tertulianos o personajillos de la tele. Estamos en terreno social abonado y terminarán por descubrir algún piquito de oro que haga de la palabra dicha un proverbio de ingenio, facundia y brillantez. En esta sociedad, el saber expresarse, comunicar con eficacia y acierto se ha convertido en un objetivo social valorado y en asunto de preocupación para profesionales que necesitan dominio en el manejo de la lengua para desarrollar su trabajo. Esta preocupación por el modo de decir hace de la oratoria un valor en alza, cuando se suponía que había pasado a la historia.
La oratoria vuelve a estar de moda, llámense cursos para hablar en público, seminarios de comunicación creativa o técnicas de exposición oral. El concurso televisivo combinará pruebas de debate, venta de productos y capacidades argumentativas para hacer de la oratoria un juego divertido. La clave del éxito estará en la selección del personal en busca de potenciales figuras de la tele. Se supone que la legión de profesionales del rollo, sofistas y otros actuantes de semejante pelaje quedan excluidos; se trata de encontrar frescura, no repetir a predicadores viejos, conocidos y caducos.