CON esto de la desconexión digital los tenía olvidados. Y resulta que al fin ya tenemos los cuatro finalistas de El Conquistador del Fin del Mundo, probablemente el programa de mayor tirón de ETB desde que se produjera el divorcio entre la cadena y buena parte de la audiencia. Un divorcio en el que cada una de las partes da su versión pero, claro, aquí quien manda es el público. Esta manera de rehacer ETB sobre lo que ya existía y funcionaba tiene mucho de bipolar. Se trata de crear y decir cosas nuevas pero hacerlo sin que se note que lo que se quiere borrar es el estilo que ha caracterizado a la cadena. El Conquistador del Fin del Mundo es un programa que sigue la tradición de lo que fue (aunque también es cierto que hasta en el Pepito Moreno se notan algunos toques de la mano que mece la ETB). Dentro de la programación de doble personalidad destacan los informativos, donde ha salido ganando el área internacional sobre la local, y donde la bipolaridad de los deportes deja espacios para Osasuna y la pelota que cortejan con los triunfos de motociclistas y tenistas además de las selecciones españolas en general. Pero en todo este doble juego en el que parece moverse la programación de la ETB, por aparentar ser la misma pero cambiándolo todo, han aparecido programas interesantes como Consumidores, que recomiendo enérgicamente por la valentía de hablar con bastante objetividad de las marcas. Adela González ha recuperado mayor protagonismo y eso, a pesar de la implacable contundencia de su compañero Carlos Sobera, hace el programa más humano. No conozco los datos de audiencia de este programa pero intuyo que son buenos. Y ojo con mis intuiciones: la semana pasada ya advertí de que Sé lo qué hicisteis había perdido gancho y podría tener los días contados: lo despiden este viernes. ¡Qué miedo me doy!
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