Sin conocerle personalmente, por sus artículos, siempre he considerado al señor José Manuel Etxaniz como persona ponderada, juiciosa y tolerante. Por eso me sorprendió negativamente el trato despectivo con el que quiso aludir a Jonan Fernández en su artículo Publicaciones científicas, publicado el domingo 6 en NOTICIAS DE GIPUZKOA. El término “cantamañanas”, según la RAE, se refiere a una “persona informal, fantasiosa, irresponsable, que no merece crédito”. Los que hemos conocido a Jonan y trabajado con él en muchos frentes, no podemos reconocer en él a un cantamañanas y limitar su trayectoria a la gestión de Lurraldea o a su trabajo como concejal de HB en Tolosa hace más de 30 años, ignorando su trabajo en Elkarri y en Baketik o sus audaces iniciativas para el reconocimiento a la dignidad de las víctimas del terrorismo. Lamento que el señor Etxaniz, a quien considero sensato y equilibrado, no haya superado esa opinión sobre Jonan Fernández también compartida por muchos intransigentes que no entienden las evoluciones personales e ideológicas. Y si Fernández es un cantamañanas en el LABI, supongo que el autor el artículo considerará cantamañanas superlativo a quien le nombró. ¿No?