Este es el nombre de uno de los cuadros más conocidos del genial pintor Sorolla, y me ha venido a la memoria al leer hace unos días en uno de nuestros diarios el precio que les han pagado a nuestros arran-tzales por la anchoa en sus primeras descargas: van desde los 0,20; a 0,38 y 0,40 euros el kilo en las lonjas de Laredo, Santoña y Bermeo, llegando hasta los 0,50 euros el kilo en la lonja de Hondarribia. Al día siguiente nosotros tuvimos que pagar en el comercio a 8 euros el kg. Y uno se pregunta, ¿Cómo se consiente esto? Pocas profesiones implican tanto riesgo, como la del hombre del mar, amén de los enormes gastos que tiene que afrontar el armador.Desconozco la ley de la oferta y la demanda que existe en este sector, pero quizás las cofradías deberían de antemano poner un precio de salida mínimo, lo suficientemente rentable y, de no ser aceptado, tirar por la borda las anchoas.