La rueda de repuesto. Es así como apodaban hace algunas décadas a un manista vasco de segunda línea en los frontones de La Rioja. Resulta que jugaba allá muchos más festivales de los anunciados, ya que terminaba por cubrir las vacantes de otros pelotaris con más brillo para las carteleras y más tirón para las taquillas. La cuestión es que sus partidos resultaban satisfactorios y el estupor inicial desaparecía pronto. Algo parecido sucedió en las primarias demócratas norteamericanas de 2020, cuando el establishment del partido optó por el perfil gris de Joe Biden frente a otros candidatos más populares como Bernie Sanders o Elizabeth Warren. Parece que, también allá, la intendencia acertó.

Biden ofreció anteayer su tercer discurso del estado de la Unión y demostró una solidez que pocos esperaban desde el inicio de su mandato. Impulsado por un inesperado –por bueno– resultado en las elecciones intermedias de noviembre y otros datos positivos como la creación de empleo y el descenso de la inflación, puso encima de la mesa un (para allá) ambicioso plan fiscal y realizó una ferviente defensa de los programas sociales que muchos republicanos desean eliminar. Para sorpresa generalizada, nos encontramos ante un presidente más progresista y ambicioso que aquel Barack Obama al que escoltó durante ocho años. Se comprueba una vez más que, como en aquellos frontones riojanos, el lustre de los nombres no siempre es garantía de mejor actuación.

Cierto es que su popularidad es aún baja y que existen dudas sobre su salud, cuestión de la que se aprovechan despiadadamente sus adversarios. Pero habiendo sido presentado en su día como un parche para cuatro años a la espera de nuevos liderazgos, el mero hecho de que no se descarte que opte a la reelección (y la gane) con 81 años, es ya un triunfo para él. Dicen algunos analistas que su liderazgo va a calar como la lluvia fina y su(s) mandato(s) dejará(n) una notable huella. Ya veremos, de momento podemos afirmar que este muerto que muchos matan goza de buena salud. Salud política, se entiende.