¿Cuántos días se puede llorar?
A veces, además de llorar a tus muertos, necesitas hacer papeleo
Pinkwashing
El anglicismo del título es, básicamente, lo que están haciendo todo tipo de marcas, entidades y usuarios de redes sociales subiéndose al carro de la marea rosa ahora que estamos en octubre, mes de la concienciación sobre el Cáncer de Mama. Si utiliza a menudo las redes seguro que ya se ha fijado en que hay muchos logos tiñéndose de rosa. Lo guay no es estar a favor de una causa, sino dejarlo todo lo patente que uno es capaz, ya sabe. Qué buen momento para airear las vergüenzas del programa de cribado del cáncer de mama de Andalucía. Con lo atentos que están todos los políticos este mes, ojalá cambie algo.
Información frente a oportunismo
No hay preocupación social que se precie si no es utilizada por políticos de uno u otro lado para tirarse los trastos a la cabeza. Lo de Andalucía tiene muy mala pinta. Los fallos y retrasos, en última instancia, se cobran vidas. Así a ver quién es el guapo que asume la responsabilidad. Aunque sea con un uso torticero de datos que no cuesta tanto comprobar. Que la realidad no te estropee una oportunidad política, o algo así. Ahí es donde debemos entrar los periodistas, como ha hecho Xabier Fortes: “Muestra el protocolo que desmiente que el cribado del cáncer de mama sea culpa de María Jesús Montero” (El Plural).
¿Cuántos días se puede llorar?
¿Cuánto tiempo necesitamos para recuperarnos de la muerte de un familiar? Este sistema por momentos tremendamente antihumanista marca dos días en la misma provincia y hasta cuatro si hay que desplazarse para ponerlo todo en orden antes de volver a trabajar. Tengo un par de casos cercanos que han necesitado ‘tirar’ de días de vacaciones porque a veces, además de llorar a tus muertos, necesitas hacer papeleo. Ante eso, “Yolanda Díaz anuncia la ampliación del permiso laboral por fallecimiento de un familiar hasta 10 días” (El Confidencial). Es importante insistir: Estamos hablando de derechos…y de humanidad.
Oportunista
Con el permiso laboral de 10 días hay varios problemas. Uno es que, evidentemente, la patronal se ha puesto de uñas. Y, además, le da una pátina que pretende hacerlo pasar por una ocurrencia sin más, en lugar de algo que deberíamos discutir sosegadamente. El presidente de la CEOE Antonio Garamendi ha llegado a bromear: “Yo pediría 10 días para descansar de los anuncios de Trabajo” (El Diario). Pero en algo tiene razón: sería bueno, por el interés general, que el Gobierno español abordara estos temas sentándose primero a hablar y negociar, y anunciando después. Aunque mole menos, quizá conseguirían más.
Teletrabajar
Siempre he defendido que, para rendir bien en el trabajo, no hay que estar encadenado ocho horas a la mesa de la oficina. Algunos empresarios siguen sin querer ver que una cierta flexibilidad, lejos de ser el último clavo en el ataúd de la empresa que ninguno vamos a heredar, puede beneficiarla mejorando la salud y el bienestar de los trabajadores. Un estudio de la Universidad del Sur de Australia ha analizado cómo cambió nuestra vida con el teletrabajo impuesto por el confinamiento de 2020. Spoiler: En la mayoría de los casos, a mejor, descansando más, comiendo mejor y buscando tiempo para lo que nos hace felices.