Melones varios
Hay cosas que no serían necesarias si todos tuviéramos las mismas nociones de civismo pero que, por desgracia, demuestran que sólo aprendemos cuando nos tocan el bolsillo
La perritasa
Por estos lares todavía no hemos terminado de dar forma a la tasa turística y en Italia ya van más allá: “Llega la ‘perritasa’: anuncian un impuesto de 100 euros a perros residentes y 1,5 euros para perros turistas” (Directo al Paladar). La medida, que se plantea implementar el año que viene en Bolzano, busca costear la limpieza de calles y parques que los canes utilizan. Es de esas cosas que no serían necesarias si todos tuviéramos las mismas nociones de civismo pero que, por desgracia, demuestran que sólo aprendemos cuando nos tocan el bolsillo. Porque la responsabilidad de algunos, o su falta, ha quedado patente.
Otro melón
La perritasa va a levantar una polvareda, lo tengo clarísimo. Seguro que usted, como yo, se ha topado con dueños de perros (ni uno ni dos, precisamente) cargados de derechos, pero ajenos a las obligaciones que vienen con la correa. Un gran melón. Otro es el sistema de pensiones y el hecho de que, tarde o temprano, habrá que meterle mano. Sencillamente, tal y como está montado, no da más. Un tema atractivo para subirse al carro de pedir, está claro, pero qué arrastra un gran desconocimiento: según una encuesta de Funcas, dos de cada tres españoles creen que la pensión media es menor al SMI, cuando es bastante mayor.
Lo que comemos
Dos noticias que hay que analizar juntas: “Ni de Ceilán, ni libre de residuos: el 66% de la canela que tomamos en Europa, según un estudio publicado en Nature, sería un fraude” (Directo al Paladar). El segundo titular es éste: “Casi la mitad de las muertes por cáncer están asociadas a factores prevenibles. La dieta es uno de los más importantes”. Una investigación global ha detectado 44 factores de riesgo modificables en el 42% de muertes por cáncer en 2023. El consumo de tabaco, una alimentación poco saludable y el azúcar elevado en sangre son algunos de esos factores. Somos lo que comemos, y estamos muriendo lentamente.
Los del lanzallamas
Que Vox aspire a entrar en RTVE “con motosierra o con lanzallamas” creo que es para preocuparse. Porque es un signo de los tiempos que nos quieren imponer, donde no hay más manera que la suya y, por supuesto, no se tolera la disidencia. Me quiere recordar a algo, a alguien, pero no caigo en quién. Sus voceros, envalentonados (como el matón líder de Desokupa, ahora un matón con gafas) esgrimen, ante la falta de argumentos, amenazas a los periodistas: “Mamarrachos”, “Retrasadita” y “La próxima vez que te vea, tu micro volará”. Mejor tomárselo con la retranca de Jesús Cintora. Pero no les llaméis fascistas, que se enfadan.
Menos bodas, pero más espectaculares
El curioso fenómeno de las bodas. Nos casamos menos, pero tiramos la casa por la ventana mucho más: preboda, boda, posboda…celebraciones que, en algunos casos, se van hasta los cuatro días de duración, fiesta por encima de nuestras posibilidades, ‘bodas destino’ que fusionan el ‘Sí, quiero’ con unas minivacaciones y más y más gasto. Afú, qué fatiga. Más allá del curioso ejercicio sociológico de comparar lo que son ahora este tipo de celebraciones con lo que eran hace unos años, es una constatación más de que el delirio de los tiempos y la economía de gasto parecen no conocer techo. ¡Para que luego digan que no hay dinero!