De vuelta del VI Congreso Nacional del Atún en Madrid, organizado por OPAGAC, al que acudí representando a Bermeo Tuna World Capital (BTWC), me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el futuro de la industria atunera. Este evento destacó la importancia del atún como alimento clave para una dieta equilibrada a nivel mundial y subrayó la necesidad de mantener la sostenibilidad de este recurso. Los vascos podemos sentirnos orgullosos de nuestra contribución, ya que nuestras empresas son referentes internacionales, por su apuesta por la ciencia para la sostenibilidad y buenas prácticas.

La industria del atún enfrenta hoy un desafío crucial: comunicar su verdadero papel como sector vital que no solo alimenta al mundo, sino que lo hace respetando el medio ambiente y las personas que trabajan en el sector. A menudo, la pesca del atún es injustamente criticada, y es necesario reforzar su imagen como motor de desarrollo responsable.

Desde BTWC, representamos a 45 organizaciones clave en la cadena de valor del atún. Estamos comprometidos con un desarrollo equilibrado que asegure la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades pesqueras. La sostenibilidad es un pilar en nuestra estrategia, y durante el Congreso se reiteró la importancia de adoptar tecnologías que optimicen las capturas y minimicen el impacto ambiental. Nuestras empresas demuestran que es posible ser competitivas y al mismo tiempo respetar el entorno.

El congreso también fue una oportunidad para subrayar el impacto económico del atún en comunidades como la nuestra. En Bermeo, la pesca del atún es mucho más que una actividad económica; es parte de nuestra cultura e identidad. Este vínculo con el mar ha hecho de Bermeo un referente mundial en pesca sostenible, y a través de la Alianza de las Capitales del Atún, promovemos un modelo de desarrollo socialmente responsable a nivel global. La colaboración entre las comunidades pesqueras es clave para el crecimiento justo de esta industria.

Durante el Congreso, la intervención del ministro de pesca de Seychelles, Jean-François Ferrari, fue muy significativa. Destacó cómo la industria atunera es un aliado clave para el desarrollo económico de su país, desmintiendo las críticas que se lanzan sobre la pesca en aguas internacionales. Esto refuerza la idea de que una industria atunera bien gestionada es un motor de desarrollo sostenible.

Otro de los temas centrales del evento fue la promoción de certificaciones como las de Marine Stewardship Council (MSC) y Atún de Pesca Responsable (APR) de AENOR. En BTWC defendemos que es fundamental educar a los y las consumidoras sobre el valor de estas certificaciones, pero también es un elemento que interpela a las administraciones. Velar porque los productos que llegan a nuestras mesas responden a prácticas ambiental y socialmente responsables es algo inaplazable. La sostenibilidad debería ser percibida como una garantía de calidad que refleja el compromiso con el medio ambiente y con las comunidades que dependen del atún. En este sentido, es importante que administración y consumidores comprendamos que detrás de cada lata de atún hay familias y empresas comprometidas con la sostenibilidad. ¡Nadie da duros a pesetas!

Además, otro tema destacado fue el valor nutricional del atún. El Dr. Antonio Escribano Zafra, especialista en endocrinología y nutrición, rompió con mitos y bulos al destacar las múltiples propiedades del atún como fuente de alimentación saludable, rica en omega-3 y proteínas de alta calidad. Un super alimento en toda regla, presente en todos los océanos del mundo. Desde BTWC, tomamos nota de la importancia de difundir este mensaje.

El Congreso también subrayó la necesidad de seguir apostando por la innovación y la investigación. Algo que nuestras asociadas llevan en su ADN, impulsando proyectos que busquen reducir el impacto ambiental de la pesca y mejorar los beneficios nutricionales del atún.

Uno de los momentos más emotivos del Congreso se vivió al final de la jornada, cuando se reconoció el trabajo de dos personas muy vinculadas a nuestra comunidad. Se entregó un merecido homenaje a Izaskun Bilbao Barandica, bermeana que ha defendido con firmeza el buen hacer de nuestra industria atunera durante su actividad parlamentaria en Bruselas, y a Eliseo Villa, armador decano y presidente de UGAVI, empresa armadora gallega con profundos vínculos con Bermeo. Fue un entrañable reconocimiento a quienes desde posiciones muy diversas han contribuido a que la industria sea un referente en sostenibilidad y calidad.

En conclusión, este Congreso ha puesto el foco en el compromiso de una industria basada en la sostenibilidad, la responsabilidad social y la innovación. Como vascos, tenemos razones para sentirnos orgullosos de liderar este sector bajo el lema “Hacer las cosas al estilo Bermeo”. Como dijo Borja Alonso, de ALBACORA: “Personas, negocio y planeta. Las tres a la vez”.

No quiero terminar sin felicitar a OPAGAC por la excelente organización de este Congreso. Desde Bermeo Tuna World Capital, reiteramos nuestra apuesta por seguir impulsando estos espacios de reflexión sobre el futuro del sector y extendiendo nuestras acciones a toda la cadena de valor. Tenemos claro que solo con una acción coordinada, aseguraremos que nuestra industria siga siendo un referente global en sostenibilidad y calidad. Y como reclamó Izaskun, ¡a ver si la próxima vez debatimos estos temas en Euskadi!.

¡Buena proa!

Directora general de la asociación Bermeo Tuna World Capital